Ante mayores niveles de tasas de interés y un elevado gasto en pensiones, la estrategia fiscal del próximo sexenio será clave para el manejo de las finanzas públicas y la nota soberana del país, advirtió la calificadora Moody’s.
“Lo que esperaríamos ver, tanto en el transcurso del próximo año y que será clave para considerar si la perspectiva se mantiene estable o no, es si la próxima administración podrá presentar un plan creíble y una consolidación fiscal”, dijo Renzo Merino, analista soberano para México en Moody’s.
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En conferencia de prensa, Merino no descartó que exista una revisión a la calificación crediticia en 2024, aunque precisó que se hará tomando en cuenta toda la información económica disponible, incluyendo las propuestas de los candidatos presidenciales.
Apenas en julio de 2022, la agencia Moody’s recortó la calificación de México a Baa2, desde Baa1, y modificó la perspectiva a estable, desde negativa, debido a que se prevé un mayor deterioro económico y fiscal.
Con este movimiento, el país está a dos escalones de perder el grado de inversión por parte de Moody’s, lo que significa que se corre el riesgo de obtener financiamientos soberanos más caros o en condiciones más apretadas.
Por su parte, el director asociado de riesgo soberano de Moody’s, Mauro Leos, dijo que lo que ocurra en las elecciones de 2024 no es tan importante ya que el principal reto lo tendrá la próxima administración, ante la incertidumbre de mayor impacto fiscal y sus impactos del país en el largo plazo.
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"Lo que es importante es lo que va a pasar el próximo sexenio y ni Claudia (Sheinbaum) ni Xóchitl (Gálvez) saben lo que va a pasar”, dijo Leos.