Mover el gasoducto para que no pase por territorio Yaqui costaba alrededor de 20 millones de dólares cuando estaba suspendida la obra, por lo que podría ser complicadas las negociaciones entre Gobierno Federal y empresarios.
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Jorge Vidal Ahumada, secretario de Economía de Sonora, indicó que sería necesario entablar negociaciones con los dueños del gasoducto para poder que se desvíen las tuberías que pasan por territorio Yaqui, lo cual no se sabe si la empresa estaría dispuesta a aceptar.
Esto ante el compromiso que hizo el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en su reunión con los 8 gobernadores tradicionales de la etnia Yaqui, a quienes propuso llegar a acuerdos para que se desvíe el gasoducto de su territorio.
"Un cambio de ese tipo implica, desde luego, a los dueños del gasoducto, que tendrán que llegar a algún acuerdo. Yo recuerdo en aquellos tiempos, el tramo donde estaba suspendido el gasoducto, mover esa parte, si mal no recuerdo costaba alrededor de 20 millones de dólares y el tiempo que tomaba, apuntó.
Argumentó que la cantidad de kilómetros que atraviesan las tuberías por las tierras de la tribu, son demasiados, por lo que el costo sería millonario y la empresa podría no estar de acuerdo, sobre todo por cuestiones de tiempo invertido para instalar un nuevo gasoducto.
"Lo que es cierto es que el gas que iba a llegar a Ciudad Obregón, viene al revés, viene del Oro, Sinaloa hacia el Sur del Estado, porque es el que baja del gasoducto de TransCanada, por el Estado de Chihuahua y luego sube para acá", enfatizó.
Argumentó que una vez que ese gas que actualmente es distribuido en Obregón, se utilice en Topolobampo y en Mazatlán, en el Estado de Sinaloa, ya no habrá materia prima, por lo que la distribución se debe hacer como estaba originalmente trazada, de Norte a Sur.