A tres años de la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio (T-MEC) la relación trilateral entre México, Estados Unidos y Canadá se ha mantenido en el aspecto diplomático, sin embargo, no ha tenido el impacto comercial que se proyectaba en un principio, sobre todo debido a la pandemia de Covid-19, que paralizó la economía durante dos años.
Si bien se han tenido aciertos con el tratado, las condiciones actuales de los países son muy diferentes a lo que eran cuando se hicieron las negociaciones y se proyectaron todos los beneficios que podría traer pues, además de la inflación, Estados Unidos atraviesa por una crisis de empleo por falta de trabajadores, explicó para El Sol de Hermosillo, Enrique Davis Mazlum.
“Después de tres años y después de la pandemia, lo que vemos es que, en el caso de Estados Unidos hay una escasez de trabajadores, desde un trabajador no calificado hasta un trabajador calificado. Por cada persona buscando un empleo hay dos trabajos disponibles, ahorita en Estados Unidos, entonces hay muchos empleos que no están siendo ocupados”, señaló.
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El Director Estatal de Arizona de The American Business Immigration Coalition (ABIC), recordó que uno de los objetivos del T-MEC era nivelar los sueldos de los trabajadores de México y Estados Unidos, para que no existiera una competencia desleal en el sector industrial, y que a su vez se evite la migración de las personas al tener mejores condiciones de vida.
“La idea también del T-MEC fue que se empezaran a nivelar los sueldos en ciertas industrias, pero también esto pensándolo desde un punto de vista de migración porque, si mejoran los sueldos en México, las probabilidades para que los trabajadores quieran migrar a Estados Unidos por un tema de economía se reduce. Entonces, aunque nunca se habló abiertamente de que ese era como uno de los propósitos, digamos entre líneas sí era”, apuntó.
Aunque para los tres países, el T-MEC sigue siendo un tema de importancia, la salud y la economía interna se convirtieron en la prioridad actual, por lo cual ya no se han dado los encuentros políticos que se hacían antes entre los tres países.
“Sigue siendo un tema de importancia, pero lógico que no terminó siendo una prioridad, porque la prioridad terminó siendo el tema de salud, principalmente, y el tema de cómo controlar el alza de precios y de todo lo que estaba pasando. Las prioridades han cambiado, y creo que cada uno de los países está pensando más en lo interno que en el tema de diplomacia, ahorita”, comentó Davis Mazlum.
Urge una buena promoción de Sonora
En el ámbito local, Sonora tiene una gran ventaja en el tema energético, sin embargo, aún hace falta que se tenga una buena infraestructura de transmisión y distribución de energía, algo que frena la llegada de empresas e inversionistas que quieran realizar proyectos en la entidad, explicó Arturo Fernández Díaz González.
Aunado a ello, dijo el empresario, también está el problema de la falta de promoción adecuada por parte de las autoridades, sobre las ventajas que puede ofrecer Sonora, pero principalmente, del sector empresarial.
“Lo que se tiene que estar promoviendo es a los sonorenses, a la capacidad industrial de los sonorense, a los productos. Hay que ayudarle a las empresas sonorenses y los desarrolladores”, puntualizó el presidente de Sonora Global.
El empresario sonorense reconoció que la Secretaría de Economía del Estado se enfoca en la atracción de inversiones, sin embargo, es necesario que se realice un trabajo más coordinado entre Gobierno y el sector privado para sacarle el mayor provecho a la relación trilateral entre México, Estados Unidos y Canadá.
“El T-MEC fue un gran acierto; lo que es un desacierto es la ausencia o la carencia de una estrategia de promoción del país para atraer inversiones. Actúan como si el nearshoring fuera un fenómeno infinito y no lo es, es un fenómeno temporal, los países van a despertar y van a tratar de evitar esta migración de empresas”, puntualizó.
Trabajar en mejoras para todos
Enrique Davis Mazlum recordó que existe una cláusula dentro del T-MEC, donde se especifica que cada 5 ó 6 años se tiene que revisar para hacer ajustes y adecuaciones que se consideren importantes en ese momento por parte de los tres países involucrados, por lo cual dentro de poco se pudiera conocer cuáles serían estos cambios. Sin embargo, dijo, lo primordial en este momento es lograr estabilizar las economías.
“Creo que ahorita no es un tema de qué cambios se tienen que hacer en todo lo que viene siendo el T-MEC, creo que es más el qué debe hacer cada uno de los países para que las economías realmente se lleguen a estabilizar, y al hacer eso también se va a generar un tema otra vez de flujo como lo que se esperaba o a lo que se quiere entre los países, este intercambio comercial, pero también un intercambio para mejorar el nivel de vida de las personas”, detalló.
Por otra parte, algo que resulta importante es el tema de infraestructura y tecnología, con lo cual Estados Unidos pretende invertir para mejorar y agilizar los cruces aduanales, como en el caso de la Garita Mariposa en Nogales, para que se tenga también un mayor control de lo que entra y sale del país.
Sin embargo, para Davis Mazlum, el problema está en la escasez de trabajadores que aún se tiene, que podría retrasar todo el proyecto.
“El problema es que, si no se llega al número de personas que se requieren para esos puestos, pues, aunque se ampliaran los puertos de entrada y que en Nogales se abrieran 30 líneas más, no serviría de nada si no tienes el personal para cubrirlas. Entonces, el tema de infraestructura y tecnología va a estar ahí, pero ahora la parte principal es cómo se empiezan realmente a llenar estas vacantes que existen”, puntualizó.
Por último, la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), señaló que gracias al T-MEC ocho de cada diez productos que se elaboran en México son exportados a Estados Unidos y Canadá.
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El impacto que el T-MEC ha tenido en los flujos comerciales en los tres países y, por tanto, en el bienestar de millones de personas mexicanas, canadienses y estadounidenses, es evidente.
En 2022, el comercio en la región rebasó la cifra de 1.5 billones de dólares. Ese mismo año, el volumen intercambiado entre México y Estados Unidos equivalió a cerca de 800 mil millones de dólares, una cifra que es mayor a la economía de muchos países. En 2023, con la cooperación con Washington y Ottawa, la expectativa es sobrepasar estos montos.
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