Llegar al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) desde el centro de la Ciudad de México puede tomar 45 minutos una mañana de viernes por la carretera México-Pachuca y el Circuito Mexiquense, esto si no hay tráfico, ya que es la principal vialidad que conecta a la capital del país y la terminal aérea.
Otra vía programada para conectar el oriente del Valle de México con el AIFA no se ha podido concluir debido a protestas de ejidatarios de Tonanitla, municipio mexiquense donde se construyen entronques al Circuito Mexiquense para cortar el trayecto por esa localidad sin pagar peaje.
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El Sol de México realizó un recorrido por la zona donde los trabajos se ven lejos de concluirse, con montañas de arena y material de construcción, así como maquinaria y trabajadores operando sin cesar. De acuerdo con una tarjeta informativa enviada por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) a este diario, seis de nueve vías de comunicación a cargo de la dependencia están concluidas al cien por ciento. El resto, que se realizan en Tonanitla, están entre 19 y 86 por ciento de avance.
Esta situación mantiene cerrado el puente que sale del AIFA hacia la Ciudad de México por una vía sin casetas, la cual conectará con el municipio mexiquense de Ecatepec.
Bloqueos por parte de ejidatarios que exigen reparos a los daños en sus cosechas, así como promesas de las autoridades como la construcción de un hospital y una universidad, son las razones detrás de los meses de retrasos en el acceso principal libre Tonanitla.
“Las obras debieron concluirse en este mes de agosto. Esta vialidad ya debería estar en operación, pero lleva un avance de menos de la mitad por los bloqueos que hemos hecho. Ya van cinco desde el año pasado”, contó a este diario Teodulo Mauricio, ejidatario del municipio.
La más reciente de estas suspensiones de obras hechas por ejidatarios y vecinos de la localidad se realizó hace dos semanas, cuando los pobladores de la zona colocaron sellos con la leyenda “obra suspendida” a un costado del entronque con el Boulevard Ojo de Agua, a modo de protesta para exigir que se cumplan sus demandas.
Mauricio señaló que durante las obras sus parcelas fueron afectadas y los canales de riego se destruyeron, además de que los caminos para sacar sus cosechas de maíz fueron tapados con material de escombro, por lo que los ejidatarios amenazan con nuevos bloqueos o interponer un amparo para frenar la obra.
Esta situación afecta a la vialidad Ferrocarril Central, casi en su entronque con el Circuito Exterior Mexiquense, la cual se convierte en una calle de terracería llena de baches y montículos de tierra que afecta la circulación.
De acuerdo con Mauricio, la SICT se comprometió a firmar esta semana acuerdos con los ejidatarios para establecer fechas en el cumplimiento de las promesas hechas al inicio de las obras. De no obtener una respuesta favorable, los lugareños decidirán sus próximas acciones.
La dependencia federal sólo respondió a este diario con la tarjeta informativa en la que da cuenta de los avances en las vías de comunicación en el AIFA.
En tanto, autoridades del Estado de México indicaron que la vialidad libre de Tonanitla es responsabilidad de la SICT y que ellos han cumplido con obras como la autopista urbana Siervo de la Nación, para cruzar Ecatepec de sur a norte en solo 12 minutos.
Alberto Angulo, director general del Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares, comentó que la administración local ha entregado todas las obras específicas para la conectividad con el AIFA.
Entre estos proyectos está el Macrolibramiento Mexiquense, inaugurado el viernes por el gobernador Alfredo del Mazo, obra que agilizará los traslados hacia la terminal aérea inaugurada en marzo.
“Estas obras están concluidas y funcionando de forma eficiente, pero seguimos haciendo obras que fortalecen la movilidad en el Valle de México, aunque las llegadas al aeropuerto ya están cubiertas de forma eficiente”, sostuvo.
Entre las obras que proyectan que ayudarán a la conectividad con el AIFA está la Autopista Conexión Oriente desde el Bordo de Xochiaca hasta el Peñón Texcoco, la cual tendrá una longitud de 7.3 kilómetros y requerirá una inversión de tres mil 133.5 millones de pesos.
Aunque en la carretera México-Toluca a la altura de Ojo de Agua y en su entronque con el Circuido Mexiquense ya no se ven las obras que afectan el tránsito hace unas semanas, los viajeros que se trasladan desde el centro de la Ciudad de México hacia el AIFA están en riesgo de enfrentar tránsito pesado en la salida de Indios Verdes, debido a los trabajos que se realizan en el paradero para la construcción del nuevo Centro de Transferencia Modal (CETRAM).
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