/ domingo 23 de septiembre de 2018

A 101 años del nacimiento de El Santo, el superhéroe a la mexicana

Actor de cine, superhéroe a la mexicana e icono de la cultura popular del siglo XX

Un día como hoy, pero hace 101 años, nació Rodolfo Guzmán Huerta, el hombre que bajo una máscara de plata dio vida a El Santo, un gladiador de la lucha libre cuyos triunfos en los encordados lo convertirían en un personaje de cómic, paladín de la justicia, actor de cine, superhéroe a la mexicana e icono de la cultura popular del siglo XX. Sus hazañas de ficción y su trascendencia internacional le concedieron el status de leyenda.

El hombre nacido en Tulancingo, Hidalgo, el 23 de septiembre de 1917, alcanzó la cúspide enfrentándose a los más temibles luchadores de la época, hasta que lo llamó la industria del celuloide y lo hizo estrella de la pantalla grande; no del séptimo arte, que conste.

El grito de ¡Santo, Santo, Santo! se extendía por todas las arenas del país alentando a su héroe en pos de la victoria. Llaves, costalazos, topes y urracarranas pronto le dieron un estilo propio que lo identificó entre la clientela. Su fama fue creciendo. El Santo siempre ganaba… o casi siempre porque tampoco era perfecto ni poseía, a diferencia de Superman, poderes fantásticos o sobrenaturales.

Antes que nada Rodolfo Guzmán Huerta era un ser humano que se ganaba la vida aporreando rivales en una extraña mezcla de circo, maroma y teatro, con un toque de drama, comedia y deporte olímpico. Su habilidad y destreza en los escenarios de la lucha libre, sin embargo, amén de su preparación física, lo hacían ver como un súper dotado.

¡Sangre, quiero ver sangre!, vociferaban sus huestes de admiradores que llenaban la arena de bote en bote. No era su tónica hemoglobínica para vencer a sus contrincantes. Santo, el Enmascarado de Plata, pertenecía al bando de los técnicos, aunque en un principio de su carrera había formado parte de los rudos.

Los rudos, no obstante, no eran del agrado del público, villanos al fin, así es que el encapuchado optó por apartarse de los malosos sin saber que se convertiría en un apóstol del bien, defensor de la justicia.

Así surgió la leyenda, el mito de aquel hombre cuya identidad era un misterio. Nadie, salvo sus familiares y allegados más íntimos, conocía su verdadera identidad, pues nunca, además, nadie logró desenmascararlo.

¿Quién era aquel fortachón incógnito de capa y botas plateadas que encarnaba a las fuerzas del bien en su eterna lucha contra el mal? El Santo. Simplemente El Santo. Era un santo, divino, como enviado del cielo que utilizaba sus secretos de la lucha libre, su astucia e inteligencia para vencer al maligno. Entonces, la gente lo idolatraba. ¡Santo, Santo, Santo!, gritaban en las arenas y después repitieron el grito en las salas de cine. Un precursor, sin duda, de James Bond que mucho antes del flemático agente inglés ya utilizaba reloj intercomunicador.

Un día como hoy, pero hace 101 años, nació Rodolfo Guzmán Huerta, el hombre que bajo una máscara de plata dio vida a El Santo, un gladiador de la lucha libre cuyos triunfos en los encordados lo convertirían en un personaje de cómic, paladín de la justicia, actor de cine, superhéroe a la mexicana e icono de la cultura popular del siglo XX. Sus hazañas de ficción y su trascendencia internacional le concedieron el status de leyenda.

El hombre nacido en Tulancingo, Hidalgo, el 23 de septiembre de 1917, alcanzó la cúspide enfrentándose a los más temibles luchadores de la época, hasta que lo llamó la industria del celuloide y lo hizo estrella de la pantalla grande; no del séptimo arte, que conste.

El grito de ¡Santo, Santo, Santo! se extendía por todas las arenas del país alentando a su héroe en pos de la victoria. Llaves, costalazos, topes y urracarranas pronto le dieron un estilo propio que lo identificó entre la clientela. Su fama fue creciendo. El Santo siempre ganaba… o casi siempre porque tampoco era perfecto ni poseía, a diferencia de Superman, poderes fantásticos o sobrenaturales.

Antes que nada Rodolfo Guzmán Huerta era un ser humano que se ganaba la vida aporreando rivales en una extraña mezcla de circo, maroma y teatro, con un toque de drama, comedia y deporte olímpico. Su habilidad y destreza en los escenarios de la lucha libre, sin embargo, amén de su preparación física, lo hacían ver como un súper dotado.

¡Sangre, quiero ver sangre!, vociferaban sus huestes de admiradores que llenaban la arena de bote en bote. No era su tónica hemoglobínica para vencer a sus contrincantes. Santo, el Enmascarado de Plata, pertenecía al bando de los técnicos, aunque en un principio de su carrera había formado parte de los rudos.

Los rudos, no obstante, no eran del agrado del público, villanos al fin, así es que el encapuchado optó por apartarse de los malosos sin saber que se convertiría en un apóstol del bien, defensor de la justicia.

Así surgió la leyenda, el mito de aquel hombre cuya identidad era un misterio. Nadie, salvo sus familiares y allegados más íntimos, conocía su verdadera identidad, pues nunca, además, nadie logró desenmascararlo.

¿Quién era aquel fortachón incógnito de capa y botas plateadas que encarnaba a las fuerzas del bien en su eterna lucha contra el mal? El Santo. Simplemente El Santo. Era un santo, divino, como enviado del cielo que utilizaba sus secretos de la lucha libre, su astucia e inteligencia para vencer al maligno. Entonces, la gente lo idolatraba. ¡Santo, Santo, Santo!, gritaban en las arenas y después repitieron el grito en las salas de cine. Un precursor, sin duda, de James Bond que mucho antes del flemático agente inglés ya utilizaba reloj intercomunicador.

Policiaca

Seguridad Pública de Sonora recupera rancho ocupado por la delincuencia organizada

Elementos de la Policía Estatal llevaron a cabo un operativo estratégico en la región norte del estado, logrando la recuperación de un rancho ocupado por la delincuencia organizada

Deportes

Tinieblas y Alushe llegarán a Hermosillo para función especial de Lucha Libre: Fecha y costo

Los íconos de la lucha libre profesional mexicana encabezarán una jornada especial en la capital sonorense que contará con diversas actividades para toda la familia

Doble Vía

Conoce a María Elena, joven sonorense con cinco grados académicos

María Elena obtuvo el primer lugar del premio José Negrete, otorgado por la Sociedad Mexicana en Inteligencia Artificial

Cultura

Fiestas del Pitic 2025: Extienden la fecha del cierre de la convocatoria

La celebración por la fundación de la capital sonorense se llevará a cabo del 22 al 25 de mayo

Policiaca

Enfrentamiento armado en Cibuta: Un muerto y un herido en Sonora

Una persona sin vida y otra lesionada fue el saldo que dejó una persecución que terminó en una agresión armada en las inmediaciones de la comunidad de Cibuta

Local

Unión Ganadera en Sonora espera reanudar exportaciones en 2025

El impacto dependerá del plazo en que se levante el protocolo sanitario, el cual consideran que pudiera ser en enero del próximo año quedando en 15 días de paro