Al pasar de largo por las carreteras en las cercanías de San Cristóbal de las Casas, en la región de Los Altos, Chiapas, es posible ver a mujeres pastoras de origen tzotzil que van con sus ovejas como una silenciosa procesión entre las montañas y los campos.
Sin embargo, a pesar de haber logrado integrarse a la economía y ganadería del lugar, sus formas de vida, herederas de un conocimiento ancestral, permanecen en el misterio para la gran mayoría de quienes las encuentran.
Como un acercamiento a la realidad de estas mujeres, la directora Gabriela Domínguez Ruvalcaba, filmó el documental “Formas de atravesar un territorio”. Un ensayo sensorial y de archivo, que pone en cuestionamiento temas complejos como la pertenencia, la identidad y la modernidad.
“Yo soy de San Cristóbal de las Casas, así que este documental también me interpela directamente. Todo comenzó haciéndome a mí misma la pregunta de cómo me vínculo con las personas que me rodean y tienen otras formas de hablar y otras culturas. Me sorprende que las personas viviendo tan cerca, siendo del mismo territorio no tengamos relaciones más cercanas.
“Fue una manera de conocer mi propia identidad como parte del mismo territorio”, dice Gabriela Domínguez, en entrevista con El Sol de México, sobre el filme que compite en el Festival Internacional de Cine de Morelia.
El lenguaje, una forma de habitar
Cuenta la cineasta que movida por la curiosidad se puso en contacto con asociaciones de agroecología en activo con varios pueblos de la zona. Así fue que dio con las ocho protagonistas de este documental, quienes se mostraron completamente abiertas a recibirla y enseñarle tanto sus técnicas de pastoreo y costura, como sus costumbres y su lengua.
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“Una de las búsquedas que me planteé con esta película fue mostrar el vínculo que tienen ellas con la naturaleza. Es una forma muy sencilla y evidente si uno pone atención, cómo les llaman a los lugares que habitan, que siempre refiere a elementos de la naturaleza”, dice la realizadora, quien en 2014 estrenó su celebrada ópera prima “La danza del hipocampo”.
Transitar resistiendo
Otro de los temas que aborda, a partir del registro tanto fotográfico como testimonial, del cambio generacional de estas mujeres tzotziles, que poco a poco han logrado acceder a educación, pero que también se han visto en la necesidad de trabajar en labores de servicio en la ciudad para poder sobrevivir.
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“Las generaciones de ahora estamos en otra dinámica, pero ellas, aunque han accedido a buscar y encontrar trabajo en la ciudad, no han perdido su vínculo con la montaña ni con su lengua, ni sus tradiciones ni forma de vestir.
“Creo que hay que poner atención en que de alguna manera su vida es como estar en dos mundos, dos maneras de existir, pero más importante es notar que esa resistencia por mantener sus formas las mantiene más fuertes”, finaliza Gabriela Domínguez, quien invita a sus espectadores a ser más sensibles al mundo que los rodea.