“¿Lo escuchaste mamá? ¡Ese debe ser el T-Rex!”, dice con asombro el pequeño Rogelio, antes de acercarse a uno de los dinosaurios más temidos y a la vez más amados de la historia del cine y la vida en nuestro planeta. Tiene siete años y está seguro que de grande quiere ser científico o paleontólogo, aunque aún le cuesta un poco pronunciar esta palabra.
Como él, cientos de niños y adultos se dan cita para caminar entre dinosaurios en “Jurassic World: The Exhibition”, en más de tres mil 700 metros cuadrados, donde conviven 24 animatronics de dinosaurios de tamaño real.
El recorrido permite cumplir el sueño de muchos de ser parte de la franquicia de Jurassic Park, cuya historia original rompió el cascarón hace 34 años, gracias a la pluma del escritor Michael Crichton, y se volvió inmortal con la película de Steven Spliberg en 1993.
“Uno de los secretos por los que la gente conecta con el show y experimentar lo mismo que sintieron cuando s vieron alguna de las películas, es porque nos hemos centrado mucho en los detalles”, explica en entrevista con El Sol de México, Otelo Vizcaíno, director de Marketing Digital de Neon Global, productora del espectáculo.
“Colaboramos con Universal Studios, que trabajaron directamente con el diseño de los escenarios en los parques de ‘Jurassic World’ en el mundo”, agrega.
Al ver el diseño de los dinosaurios es fácil reconocer que se trata de los mismos que han aparecido en las seis películas y en las series animadas: el Brachiosaurus, que da la bienvenida con su enorme cuello largo; el Stygimoloch que asusta por su agresividad; el Ankylosaurus, cuya coraza y cola como mazos intimidan a todos los que se le acercan.
También hay dinosaurios con nombre, que los fanáticos reconocerán al momento, como la velociraptor “Blue”, el bebé “Bumppy”; el temible T-Rex, Carnotaurus y el terrorífico Indominus Rex.
Además de la experiencia de ver a estos enormes animales que vivieron hace 65 millones de años, el recorrido se vuelve interesante por la posibilidad que da a los visitantes de aprender más sobre éstos, como la ubicación geográfica y geológica de cada dinosaurio, su alimentación y comportamiento.
Todo esto reforzado con la simulación de una visita a los laboratorios de Hammon, donde hay huevos a punto de eclosionar, dinosaurios recién nacidos en incubadoras y las muestras de ámbar donde, según la película, encontraron mosquitos atrapados de los que obtuvieron el ADN para crear dinosaurios.
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Hay una pequeña zona de excavación donde los animadores dan a los visitantes información de los restos fósiles que encuentren.
“Nosotros creemos que la educación y el entretenimiento no están peleados, todo lo contrario, pueden ir muy unidos y resultar en algo fenomenal”, dice Vizcaíno, quien asegura que en las más de 60 ciudades donde se ha presentado este enorme espectáculo, los visitantes quedan maravillados por el realismo de los animatronics y las distintas experiencias que ofrece.
La entrada general al espectáculo instalado en Perisur es de 630 pesos y el Fast Pass 900 pesos. Más información en www.jurassicworldexhibition.mx.