SANTIAGO DE CHILE. El cantautorespañol Joaquín Sabina cree que toda generación tiene suilusión juvenil y su desencanto, idea aplicable también a losprocesos sociales, a las revoluciones y al "patético" desarrolloque han tenido.
"Fíjate en lo que está sucediendohoy mismo en Venezuela. O en lo que ha quedado la Cuba castrista,que fue la revolución de mi juventud. Es tremendo lo mal queenvejecen las revoluciones, incluso peor que las personas", dijoSabina en una entrevista concedida desde España a la revistasatírica chilena The Clinic.
La reflexión surge de una preguntasobre Leningrado una canción incluida en su álbum más recienteLo niego todo.
Para Sabina, se trata de unacanción "muy nostálgica" sobre un gran amor de juventud perdido:"la revolución". A su juicio, "a 100 años de la Revolución rusa,parece todo un réquiem".
"Es una canción que escribí llenode amargura, por ver en qué ha quedado esa religión del siglo XXque fue la Revolución rusa y todo lo que vino después",desgrana.
"Para la gente de mi generación,que viajaba a la Unión Soviética a aquellos Congresos de laJuventud (...) ver en qué ha degenerado todo eso ha sido una cosadramática, desgarradora", subraya.
"Unir eso con una historia de amoren Leningrado, cosa que también sucedía en la época, me parecióuna buena idea para contar algo de la historia del sigloXX".
"¿Eres de los que llevan la muertede las utopías como un desengaño oportuno o como una heridaincurable?, le preguntan.
Creer en la utopía
"Es que la herida incurable es lavida misma, ¿no? Por eso es que toda generación tiene su ilusiónjuvenil y su desencanto. Yo no celebro ese desencanto, pero tampocosé si haya que volver a creer en la utopía, después de ver eldesarrollo patético que han tenido las utopías en todo sitio",responde.
Preguntado por su opción en elmarco de la aparición de nuevos movimientos de izquierda que hanroto con la generación de los 60, Sabina se siente mejor "del ladode esos millones que votaron a una izquierda joven y un poquitomás radical". Pero no tanto del lado de sus dirigentes, que hanempezado a tener "los mismos vicios que criticaban, como siemprepasa".
En el caso de España y PabloIglesias, el líder de Podemos, ve que "ellos siguen apoyando" alpresidente Nicolás "Maduro y a la Revolución bolivariana, y yo nopuedo apoyar eso, de ninguna manera. Venezuela es el país másrico de América Latina y está harapiento, no hay libertad deprensa, no hay separación de poderes, es imposible seguirdefendiendo eso", dispara.
Lo innegable
En lo artístico, "si me cuentas mivida, lo niego todo", dice, en relación con el título de su nuevodisco y la canción que le da nombre.
Admite que otras canciones del discose hacen cargo de lo innegable y que en realidad el nombre deldisco obedece a que les "parecía un eslogan firme. Firme ymentiroso".
De Chile, se siente cercano a lacantautora, poeta, ceramista, pintora y grabadora Violeta Parra, decuyo nacimiento se conmemoran 100 años este 2017.
"Yo me siento muy, muy cerca deVioleta, y no creas que esto lo digo solo en Chile. Acá enEspaña, con mis amigos cantantes y mis amigos poetas he sidosiempre una especie de embajador violetero", señala.
"Hice la canción “Violetas paraVioleta”, que en Chile la canto siempre y a veces también aquí.Yo creo que para todos los que cantamos y escribimos en estalengua, Violeta Parra es un magisterio, una tremenda inspiración.No solo por su sentido de lo popular, por su extraordinariacapacidad de comunicación, sino también por la poesía queescribía, sus décimas. Y por lo joven que se mantiene a los 100años, desde luego", complementa. (EFE)