Gracias a la visión de un productor inglés, al talento nato de toda una familia y a la sencillez que siempre han demostrado, han colocado a los Tigres del Norte como toda una institución dentro del panorama musical en México, quienes ya presumen una carrera de 56 años de deleitar a sus seguidores con una lista de éxitos interminable.

Corría el año de 1968, en un pequeño pueblo cercano a Mocorito, Sinaloa, llamado Rosa Morada, ahí la familia Hernández Angulo no pasaba por buena situación así que el hijo mayor, en ese entonces de 14 años, Jorge, decide activarse y convence a sus hermanos Raúl y Hernán y a su primo Óscar a formar un grupo para tratar de generar algo de dinero para apoyar a la familia.

De no tener nada a ser ídolos de todo un país y de conseguir un impresionante récord de asistencia cuando lograron congregar a más de 200 mil personas en un concierto realizado en Los Ángeles en 1993, es solo una muestra de lo que han conseguido con sus casi 60 discos grabados, más de 700 canciones y sus más de 30 millones de copias vendidas.

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El inglés que los descubrió

Para una celebración del 5 de mayo en San José, California fueron invitados para participar y ahí los vio el propietario del Sello discográfico Fama Records, Arthur Walker que, a pesar de no hablar español, les dio la oportunidad de grabar un disco, les compró instrumentos y los metió a clases de música para pulir su sonido.

Desde ese momento decidieron fijar su residencia en San José, hasta el día de hoy. Este disco fue conocido como “Juana La traicionera - Por el amor a mis hijos”, el primer disco que editaron Los Tigres Del Norte a principios de los 70, sin embargo, no fue nada fácil al inicio, grabaron cuatro discos sin mayor repercusión, hasta que llegó el quinto álbum, en 1973, todo cambió, era el “Contrabando y traición”, que fue su primer gran éxito y fue cuando se dieron a conocer en todo el país.

Fue precisamente en ese primer viaje que cruzando la frontera se toparon con un agente migratorio estadounidense, quien les preguntó el nombre del grupo y aún no lo tenían, no habían pensado en eso aún y el oficial les dijo que eran unos “little tigers” o tigrillos, y que después crecerían y de ahí adoptaron el nombre de los Tigres del Norte, en ese momento no lo sabía el policía cuánto iban a crecer ese grupito de jóvenes ilusionados.

Su presencia es de gran relevancia en donde quiera que se paren, en Hermosillo ya sea en la Expogan o en conciertos por separado siempre han tenido llenos totales, en el resto de la república pasa lo mismo y en Estados Unidos también, su legado es innegable, son los Rolling Stones mexicanos.

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Y es que a parte de su música, sus historias que se han convertido muchas de sus canciones en clásicos que todo mundo se sabe y canta, su carisma los ha distinguido enormemente de otras agrupaciones, siempre atentos con sus seguidores, sencillos y humildes, ese carisma es lo que los ha mantenido hasta la fecha como uno de los grupos más consentidos de todo México.

El tiempo va pasando y ellos no dejan de trabajar, de andar de gira, Jorge el hermano mayor y fundador del grupo, siempre con el acordeón por enfrente, ya tiene 71 años, pero ellos siguen incansables haciendo lo que les gusta, compartiendo con sus millones de seguidores en palenques y conciertos y lo seguirán haciendo porque la hora de colgar las garras simplemente no está aún considerada.

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