El Teatro Emiliana de Zubeldía recibirá nuevamente al bailarín y actor Manuel Ballesteros tras 15 años sin pisar ese escenario el sonorense regresa al recinto con la obra Mamita querida la función única se realizará el 21 de marzo a las 20:00 horas.
Mamita querida es una obra de Tito Vasconcelos y Sergio Cassan (1985), está basada en los personajes de Hollywood Joan Crawford, y su hijastra Cristina Crawford.
La sinopsis de la obra habla de la divertida trama en la que participan Manuel Ballesteros y Zahaira Santacruz, una lucha entre dos mujeres muy fuertes. “Mamita querida, con la ayuda de su hijastra emprenden una divertida, y delirante búsqueda de libretos que permitan retornar a la pantalla grande a esta diva en decadencia, con un papel que la coloque de nuevo en el pináculo del éxito; pero muy bien esta historia puede ser también un perfecto y maquillado abuso intrafamiliar, donde como siempre, la ley del más fuerte gana”.
“Es la obra con la que más he estado trabajando a partir del 2012 cuando incursiono en el teatro cabaret, pero en realidad mi profesión es un bailarín de danza contemporánea, pero este es un género que ha funcionado muy bien y a la gente le gusta, es una obra muy noble”.
La relevancia de la función de Mamita querida es la recolección de fondos para la celebración de NorteArte que se estrenó en 2004 y este año la presentará nuevamente con una producción renovada.
“El 27 de julio de este año voy a tener una celebración muy importante en mi trayectoria, los primeros 15 años de NorteArte, el primer unipersonal que hice en el 2004 y se va a presentar en el Teatro Esperanza Iris de la Ciudad de México, un super teatro de 1,300 butacas que queremos llenar, para esta obra voy a hacer una remasterización, producirla nuevamente, músicos en vivo”, dijo.
“El proyecto de NorteArte en un principio se hizo apoyado por el Fecas y en Fonca en la beca Jóvenes creadores 2002-2003, 2003-2004”, agregó el bailarín sonorense.
NorteArte habla de “El Meño”, cantante de música grupera, Ballesteros creó el personaje para encajar con la gente que no comúnmente consume danza, la obra lo llevo a presentarse a diversos escenarios en México y en otros países como China y Estados Unidos.