A principios de este siglo un músico fuera de este mundo visitó Hermosillo y decidió quedarse a vivir entre su gente, él era Horacio Eduardo Cantero Hernández, mejor conocido como Marciano Cantero, líder, vocalista y bajista de la banda de rock Enanitos Verdes.
Nacido en Mendoza, Argentina, hizo de la capital sonorense su hogar desde 2003 hasta 2017, tiempo en el que encontró el amor y una serie de amistades que se volverían parte de su familia.
Fue en esta ciudad donde se naturalizó mexicano y pasó la segunda mitad de su carrera como uno de los músicos más influyentes de los últimos 40 años dentro del rock en español.
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En la “Ciudad del Sol” Cantero encontraba similitudes y coincidencias con su ciudad natal, como el desierto junto al mar y la aridez de su clima, enamorándose de su tierra y declarando en múltiples ocasiones que Hermosillo era su lugar favorito en el mundo.
Este arraigo hizo que el cantante se presentara como “mendocillense”, gentilicio que quedó inmortalizado en su presentación de X (antes Twitter).
Vivir para el arte
Marciano Cantero declaró alguna vez que su primer contacto con la música se produjo a través de The Beatles, a quienes escuchó por primera vez a los nueve años, atraído por el sonido del bajo.
Su admiración por Paul McCartney se trasladó a una ética de trabajo que mantuvo firme durante toda su carrera, refrendando constantemente el compromiso que tenía como un artista entregado a su obra.
Así lo cuenta la periodista hermosillense Beatriz Araque, quien conoció a Cantero desde el primer concierto que Enanitos Verdes ofreció en esta ciudad:
“Una vez nos contó la historia de que Paul McCartney estaba recorriendo las calles de cierta ciudad donde se iba a presentar y vio que alguien estaba cubriendo el póster de su concierto con otro flyer, entonces se bajó del carro y le pidió al tipo que no lo tapara, que lo dejara promocionar su concierto.
“Entonces Marciano dijo: 'Imagínate si un tipo de la talla de Paul McCartney tiene que cuidar esos detalles, qué nos queda a nosotros, del compromiso que tenemos como músicos de cuidar hasta esos pequeños detalles, como la publicidad de tu evento, que a lo mejor uno piensa que no le concierne, pero sí, si él cuida esos detalles por qué yo no lo voy a hacer'”.
Esta meticulosidad y seriedad de Cantero para con su trabajo se trasladaba a las entrevistas que otorgaba a la prensa, que lejos de resultar en una conversación llena de lugares comunes era un repaso a conciencia sobre su arte.
“Era muy amable y muy preparado”, recuerda Araque. “Muchas veces los artistas te contestan muy apurados y de manera muy básica, de que sí y no, y Marciano sí emitía su opinión como artista. Tenía un amor muy grande por la música y tenía mucho conocimiento de ella, de sus distintos géneros y te enriquecía la nota que te daba. Era muy simpático y siempre estaba jugueteando. No se tomaba las cosas tan en serio, con excepción de la música”, platicó Araque.
Su encuentro con Marco Antonio Solís
Y si en Estados Unidos, México y el resto de Latinoamérica Marciano Cantero era una de las principales figuras del rock, en Hermosillo fue un ciudadano de a pie, quien hacía sus compras en el supermercado y se codeaba con otros músicos locales, con quienes compartía sus manías e intereses en común.
Pero también supo estar en la misma habitación junto a otros íconos de la industria y fue en esta ciudad donde se dio su primer encuentro con Marco Antonio Solís, a quien homenajeó con su propia versión de “Tu Cárcel”, al lado de Enanitos Verdes.
Fue durante la celebración de la ExpoGan Sonora 2005 cuando Cantero pidió conocer al cantante mexicano, luego de enterarse de que “El Buki” abría todos los conciertos de su gira de aquel entonces precisamente con “Tu Cárcel”, pero en la versión de la banda argentina.
El encuentro fue posible gracias a las facilidades del equipo de prensa y de promotores del Palenque, encabezado por Claudia Tellez, y en él participaron Beatriz Araque y el también periodista de espectáculos Marco Mendoza, quien fue amigo cercano de Cantero.
“Fue también la primera vez que nos patrocinaba una tienda de sombreros muy famosa de aquí, y ver a Marciano con sombrero fue chistoso”, recuerda Araque con una sonrisa. “Nos citaron afuera del camerino de Marco Antonio antes de que empezara su concierto y ahí estuvimos esperando 45 minutos y a Marciano le salió lo argentino: 'Boludo, si hubiese sabido que iba a tardar tanto…'.
“Se empezó como a molestar y a sacar de onda, y cuando había decidido que nos íbamos en eso abren la puerta y ya que nos recibieron estuvo muy padre. De lo que yo recuerdo hablaron de los discos de música y obviamente Marco Antonio le dijo que le había gustado mucho la versión de 'Tu Cárcel'. Él fue muy amable y estuvo todo el tiempo echándole flores a Enanitos Verdes y sobre todo a Marciano. Ya en el concierto abrió con esa canción y le agradeció por su música”, mencionó.
Último concierto en Hermosillo
Marciano Cantero comenzó una nueva etapa de su vida personal en 2017, cuando regresó a vivir en su natal Mendoza, donde se reencontró con un amor de su juventud.
Regresó a Hermosillo para presentarse en concierto una última vez el 22 de mayo de 2022, poco más de tres meses antes de que falleciera por complicaciones de salud.
“Acababa de pasar la pandemia y fue de los primeros conciertos después de que se reactivaran las actividades”, apunta Araque. “Y se me hizo muy raro porque él siempre recibía a gente, a sus amigos y conocidos de aquí, y en esa última ocasión no recibió a nadie. Y por ahí se escuchó que no andaba muy bien de salud, aunque nunca supimos qué era exactamente lo que le pasaba en ese momento.
“Y a los pocos meses dan la noticia de que falleció. Entonces seguramente hizo un esfuerzo muy grande para venir y cantar por última vez aquí en Hermosillo”.
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La presentación de aquella noche tuvo lugar en el Hipódromo de Hermosillo, sonando por todo lo alto algunos clásicos como “Lamento Boliviano”, “La Muralla Verde”, “Luz De Día” y “Amores Lejanos”, entre otros, temas que siguen dejando una huella imborrable en millones de escuchas, entre fans de toda la vida y nuevas generaciones.
“Él era único en lo que hacía y ahora es un ícono de Argentina conocido a nivel mundial”, concluye Araque. “Y qué buena onda que por azares del destino y por amor lo tuvimos mucho tiempo aquí en Hermosillo. Muchos artistas que han venido se enamoran de la cultura de la ciudad, de cómo es la gente y de su comida y ambiente. Y Marciano no fue la excepción, pero su cariño por este lugar fue otra cosa, algo muy especial”.
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