De niño, su mayor temor al entrar a la iglesia era ver al gran Cristo al fondo, junto a otras imágenes religiosas. En algún momento se imaginó ¿qué sucedería si éste cobrara vida para asustar a los menores?
En los años siguientes, Marcos Muñoz creció con esa idea, misma que decidió concretar en un cortometraje titulado “En el nombre de…”, el cual trabajó en los últimos cuatro años.
El material cuenta la historia de “Abraham”, un niño que, después de experimentar un encuentro traumático con un sacerdote, empieza tener alucinaciones dentro de la iglesia.
“Tenía que buscar un tema que complementara la historia y escogí el abuso sexual a menores por parte de algunos sacerdotes, que pocas veces se cuenta y lo hacemos desde la perspectiva del niño”, afirmó el director en entrevista.
“Hablo de dos instituciones, por un lado la religión y por el otro la familia, que son dos pilares importantes y al encontrarse en medio y no saber a dónde ir, el niño empieza a tener ese tipo de alucinaciones y al final queda silenciado como muchas víctimas”, agregó.
El filme se logró gracias a las alianzas que entablaron con la comunidad de la alcaldía Tláhuac, que prestó la iglesia para el rodaje.
“Sé que la gente de ahí es religiosa, pero tuvo la madurez de arropar esta historia y nos apoyó con comida, vestuario, monaguillos, los niños que aparecen en el corto son la misma gente de Tláhuac, esa comunidad nos arropó y nos ayudó para poder materializar eso.
“Juan Manuel Méndez, que es el caracterizador, nos hizo un Cristo precioso y caracterizamos a una persona que es quien le da vida; las alianzas y el amor al arte nos unieron para poder hacer este cortometraje”, indicó Muñoz.
El corto se estrena el festival Macabro, que se extenderá hasta el 1 de septiembre; en octubre, se exhibirá en el Screamfest Horror Film Festival de Los Ángeles, California.
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Muñoz ya trabaja en su ópera prima, en el mismo género, mezclando nuevamente la parte infantil y el miedo. Y, como segunda cinta, también desarrollará la biografía de un luchador mexicano importante, del que no quiso revelar detalles.
“Soy fan de la lucha desde pequeño, creo que también este género en el cine es algo que tiene mucha fantasía, toda esa magia me envolvió desde niño y lo quiero transmitir ahora a nuevas generaciones”, indicó el director y guionista, con 10 años de carrera.