Ciudad de México (EFE).- La divadel cine Silvia Pinal, musa de Luis Buñuel, repasó hoy en laCiudad de México su apasionante aventura de vivir, una largatrayectoria repleta de grandes películas, romances, viajes yfama.
Pinal, nacida en 1931 en la ciudadde Guaymas, del noroccidental estado de Sonora, leyó junto alactor mexicano Xavier Marc varios extractos de suautobiografía Esta soyyo.
Sin perder su insigne elegancia,Pinal revivió pasajes de todo tipo de manera simpática,desinhibida y muy cercana a los espectadores que fueron a escucharsus vivencias en un acto en el Palacio de las BellasArtes.
"Me siento como en mi casa porqueaquí estudié, entraba y salía y tuve mi primer novio", dijo nadamás subir al escenario.
Antes de empezar a desmenuzaralgunos pedazos de su vida anticipó que hablaría de anécdotas,desgracias y momentos tiernos, dulces o dolorosos, aunque enrealidad se centró en lo más bonito y curioso.
"He sido mujer empresaria, artista,secretaria general, asambleísta, diputada y senadora, pero sobretodo un ser humano que ha tratado de vivir su vida sin herir anadie", aseguró.
Mujeres fuertes
Proveniente de una familia de"mujeres fuertes", fue hija de una madre soltera que quedópreñada a los 15 años de un hombre mayor y casado.
En sus inicios cinematográficos,Pinal llegó a cobrar 300 pesos (unos 16 dólares de hoy) porpelículas como La bamba(1949), pero unos años más tarde se enfundabamiles de pesos por rodaje, según recordó esta actriz, una de lasúltimas vivas de la gran época de oro del cine mexicano de losaños 50.
Además de la actuación, quecompartió con grandes como Mario Moreno Cantinflas y Pedro Infante,repasó también su otra debilidad: los hombres.
Rafael Banquells fue ese actorcubano "encantador, al principio" que se convirtió en su primermarido y de quien se divorció años más tarde: "El matrimonio nome había gustado nada. Y tenía que pagarlo todo", dijo hoy entrerisas.
Lo siguieron otros amantes ymaridos, que detalló con una memoria prodigiosa, plagada deanécdotas.
Por ejemplo, estuvo con EmilioAzcárraga, propietario de Televisa, durante cuatro años. Unromance profundo, total, pero con un "desgraciadísimomujeriego".
Convertida en estrella, se hizoconstruir una casa "grandota" y con una alberca (piscina)"olímpica" y le pidió a Diego Rivera que le hiciera unretrato.
El genio le preguntó si iba a posardesnuda y tumbada, a lo que ella respondió: "De pie yvestida".
Poder económico
En aquella época, Pinal se quedósin efectivo y él, quizás intuyendo que no había dinero de pormedio, le regaló la pintura.
Entre las muchas anécdotas quesalieron a la luz, Pinal recordó su salto al estrellatointernacional gracias al cineasta español Luis Buñuel.
Con él rodó Viridiana (1961), dondeinterpretró el papel "más importante de mi carrera",El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto(1965).
Conoció al director en una casa queeste tenía perdida por Teruel, en España, un lugar que elcineasta utilizaba para escapar de la realidad dictatorial impuestapor Francisco Franco, explicó.
"Se lo debo todo a Buñuelito", dijoal final de su intervención esta actriz, quien relató sólo "unaprimera parte" de su extensa vida, y fue despedida con aplausos yvítores por un público de todas las edades.
PIE FOTOS: ESPECIAL
F1.- Sin perder su insigneelegancia, Pinal revivió pasajes de todo tipo de manera simpáticay desinhibida.