Una edición mágica del Festival Alfonso Ortiz Tirado culminó con la participación de Alejandro Fernández, un artista que realiza maravillas en el escenario, además de ser poseedor de una voz privilegiada y de ser considerado uno de los mejores cantantes de México.
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Con un estilo jovial, un conjunto de cuero negro y muy animado salió a escena poco antes de las 22:00 horas, interpretó En lo correcto, después saludó al público y le dio un trago al tequila que tenía a un lado.
El escenario que pisó fue hecho especialmente para él, cuatro veces más grande que el de Plaza de Armas, cabe señalar que la sede fue cambiada a la Unidad Deportiva Bicentenario de Álamos, Sonora, para que los todos disfrutaran cómodamente el espectáculo.
Con una bohemia endulzó los oídos de los asistentes que corearon junto a él piezas como Me dediqué a perderte, Cómo yo te amé y Sé que te duele.
En el desarrollo de la noche apareció el mariachi y Alejandro vestido de charro, juntos interpretaron canciones populares en el género, entre ellas Guadalajara y Mátalas. Fernández agradeció la invitación, saludó a la gobernadora del Estado, Claudia Pavlovich Arellano e incluso durante la noche le obsequió su moño de charro color morado el cual tiene grabadas sus iniciales y un dije con una pequeña cruz.
Con el tema Cascos ligeros a la gente le fue imposible quedarse sentada en sus lugares y se paró a bailar, momento que emocionó demasiado al intérprete que sin dudarlo mencionó; “Sonora, te amo” y en repetidas ocasiones expresó al público lo mucho que los quiere.
Actualmente prepara el disco Hecho en México del cual se desprende el tema Caballero, pieza que no pudo faltar en el repertorio al igual que Te olvidé, que por primera vez cantó en vivo.
Como quien pierde una estrella parecía ser el último tema de la noche, pero al escuchar a las más de 52 mil personas que entraron al concierto gritar otra, el artista volvió para interpretar el legado más grande que le ha otorgado la vida, la música de su padre Vicente Fernández.
Las llaves de mi alma, Por tu maldito amor, Me voy a quitar de en medio, Hermoso cariño, Estos celos, Para siempre, Acá entre nos y De qué manera te olvido fueron las últimas canciones de la noche. Alejandro se divirtió en el escenario, se notó en sus gestos, su sonrisa y energía. Por último mencionó que regresaba el siguiente año y confesó que fue de los mejores espectáculos de su vida.