A mediados de 2020, Agustín Argüello comenzó a vivir la que probablemente sea la experiencia más importante de su carrera. No sólo estaba a punto de convertirse en protagonista de Ghost, el musical, sino que iba a desafiar obstáculos nunca vistos, debido a la pandemia.
Audicionó por Zoom, ensayó junto a la compañía con cubrebocas, lo que le obligó a dar una mayor intención a su voz y tras meses de preparación, minutos antes de la función del segundo día después del estreno, recibió la noticia de que se suspendía la temporada.
Los ensayos comenzaron con dificultades. “Nunca pensé que podía ser tan complicado el proceso de montaje, con la distancia social, siempre con cubrebocas, lo cual dificultaba muchísimo la respiración, un poco dañino para la garganta, porque teníamos que gritar. Nos hacían pruebas de Covid todas las semanas y al final, nos íbamos turnando para ensayar sin cubrebocas, un día cada uno, éramos muy conscientes de que un contagio dentro del elenco, probablemente iba a cancelar el estreno” recuerda en entrevista con El Sol de México.
Afortunadamente, nadie en la compañía se contagió. “Llegamos al estreno casi, casi, sin vernos las caras, nos quitamos los cubrebocas faltando una semana, había cuestiones actorales que la directora por ejemplo me pedía que sonriera y yo le decía ‘estoy sonriendo, pero no se ve’, sin embargo, puedo decir que hubo algunos puntos positivos, porque a fin de cuentas mucha gente te ve desde muy lejos en el teatro y solamente les llega la potencia con la que decimos los diálogos”.
Pero la incertidumbre permanecía. “Normalmente uno tiene el estrés de no saber cuándo se va a acabar la temporada porque el teatro sobrevive el tiempo que el público nos acompaña y en este caso ni siquiera dependíamos de eso, todos los días veíamos las noticias y decíamos ‘¿en qué momento nos van a cerrar?’. Veíamos cómo la situación empeoraba, era mucha incertidumbre, de repente venía la producción y nos decía ‘chavos, probablemente no podamos estrenar porque nos van a poner semáforo rojo’, y luego fue que ‘sí vamos a estrenar’. Creíamos que íbamos a alcanzar a hacer el maratón navideño, pero cinco minutos antes de la última función que dimos, nos dijeron ‘es la última que del año’. Al final fue un regalo, volver a habitar el mundo y poder sentirnos normales”.
Tras el último cierre de los teatros y la promesa de abrir en enero, que no se cumplió, “cada vez nos deprimíamos más, sentíamos que todo ese esfuerzo era en vano porque no podíamos enseñarle la obra a la gente. Pero gracias a Dios ocurrió y podemos regresar, esperemos que la gente nos acompañe, el teatro está adaptado de forma que es menos riesgoso ir a vernos que ir al súper, hicimos varias funciones previas y nadie ha sido contagiado, eso nos da mucha esperanza, mucha seguridad de que pueden venir a vernos”.
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El camino ha sido largo, tortuoso en ocasiones, pero para su protagonista, ha valido la pena. “Es sorprendente, estás viendo una película con efectos especiales pero actuada en tiempo real, la magia ocurre frente a tus ojos, no lo vas a poder creer”, adelanta Agustín Argüello, quien encabeza el elenco junto a Dai Liparoti, Alex Brizuela, Lorena de la Garza y María Filippini.
Las funciones son jueves y viernes a las 20:00 horas; sábado 17:00 y 20:00 y domingo 13:30 y 18:00 horas, en el Teatro San Rafael.
