A un año de la llamada nacionalización del litio, hasta ahora se han producido cero gramos del mineral en Sonora, se han invertido 36 millones de pesos en exploración y la empresa Litio Mx tiene un presupuesto de apenas 9.7 millones de pesos para 2024.
El 18 de febrero se cumple un año del decreto de Andrés Manuel López Obrador por el cual se prohíbe concesionar la exploración y explotación del mineral que es un componente fundamental de las baterías modernas y se reservan estas acciones, así como el desarrollo de toda la cadena de valor para el Estado mexicano.
Para dar forma a esta aspiración, el Gobierno de México cuenta con la empresa Litio para México (LitioMx), creada el 23 agosto de 2022, al frente de ella, el Presidente designó al sonorense Pablo Taddei Arriola, el 1 de diciembre de 2022.
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Y a 12 meses de la nacionalización, y casi 18 meses del inicio de operaciones de LitioMx, los expertos coinciden en que no hay resultados y hasta se corre el peligro de que con el litio pase lo que con el uranio, que luego de 50 años de su nacionalización, México no ha producido un sólo gramo de ese material que tampoco puede ser concesionado por considerarse estratégico.
De acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica de 2023, toda la cadena de valor del litio, que va desde la extracción hasta la producción de baterías y de autos eléctricos, tiene un valor potencial de 12 billones de pesos, lo que equivale a más de un tercio del PIB Nacional.
Por ello la nacionalización del mineral y la creación de la empresa LitioMx han sido uno de los principales proyectos de los que Presidente denominó el Plan Sonora de Energías Sustentables, que incluye otras acciones como la creación de plantas fotovoltaicas en diversos puntos de la entidad sonorense y el desarrollo de una planta de licuefacción de gas natural para exportar al sudeste asiatico, junto con la creación de un gasoducto, ambos desarrollados por la empresa Mexico Pacific.
El Sistema Geológico de Estados Unidos sitúa a México en el décimo lugar dentro del ranking de países con mayores reservas de litio con 1.7 millones de toneladas, apenas el 2.3% de las reservas mundiales. Bolivia, el líder en cuanto a reservas, tiene 21 millones de toneladas.
En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2024, presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público hay un monto de 9 millones 769 mil 397 pesos asignado a Litio Mx, organismo público descentralizado, encargado de guiar la exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del litio ubicado en territorio nacional, así como la administración y control de las cadenas de valor económico de dicho mineral.
Inversiones
Y desde la nacionalización del litio, la única inversión realizada en la búsqueda de yacimientos económicamente viables de litio en México ha sido a través del Servicio Geológico Mexicano, con una inversión de 36 millones de pesos.
Pero, ¿qué son 46 millones de pesos, contra 255 millones de pesos que se invirtieron en Hermosillo por parte de Bacanora Minerals para la creación de una planta piloto en la que se trabajaba para el beneficio del litio que se encuentra en tierra sonorense mezclado con arcilla?
Estos 46 millones son cosa de nada si se comparan con los 420 millones de dólares reunidos por la misma compañía sólo para echar a andar el proyecto en 2021 y los 370 millones de dólares que pagó Gangfeng a Bacanora Lithium por el 28.8% del capital corporativo y el 22.5% del proyecto de Bacadéhuachi, sin contar los recursos con lo que al final se hizo del control de todo el proyecto que incluía nueve concesiones mineras, que fueron canceladas por el Gobierno federal bajo el argumento que la empresa no estaba haciendo inversiones.
Al respecto, Alberto López Santoyo, extitular de la Dirección General de Minas del Gobierno del Estado de Sonora hasta 2020, indicó que en este primer aniversario de la nacionalización del litio hay varios puntos a considerar:
En este proyecto (Bacadéhuachi) desde el 2010 se descubre el litio en Sonora y en el 2020, prácticamente ya estaba conformada la empresa, después de varias etapas.
“Me consta que le costó muchísimo trabajo a Bacanora Minerals y luego Bacanora Lithium, conseguir los 420 millones de dólares iniciales para echar a andar el proyecto. Cuando entra Gangfeng Lithium primero comprando acciones e incluyendo un director en el consejo, se dan cuenta que si vale la pena y después compran el total de la empresa”, explicó.
Sin embargo, acota lo que otros expertos saben, que no hay a la fecha en el mundo una mina económicamente viable de litio en arcilla, ese era un freno y por eso los expertos no se animaban a invertir en Bacanora Lithium.
Erick Carter fue el promotor de la planta piloto construida en Hermosillo, en la que se invirtieron 15 millones de dólares, el dio testimonio de que los empresarios chinos sí creyeron en el proyecto al ver que era posible el beneficio del litio en arcilla.
“Hubo todo un desarrollo técnico, tecnológico basado en la ciencia, para poder atraer a Gangfeng a invertir en este proyecto. En 2018 se dio el primer anuncio de que había viabilidad en el proyecto y en 2020 se sumó la empresa número productora de litio a nivel mundial”, recordó.
La planta piloto para beneficiar el litio sigue existiendo en Hermosillo y es propiedad de Gangfeng, la misma cumplió en su fase de pruebas produciendo litio para uso en baterías.
López Santoyo recordó que el proyecto de la explotación de Bacadéhuachi se había atrasado tres o cuatro años, antes de la nacionalización, porque no llegaba la inversión, y cuando llegó Gangfeng, el proyecto estaba listo para empezar a producir, pero en 2021 ya había rumores de la intención del gobierno de nacionalizar el litio y esto detuvo el proyecto.
“La nacionalización, es buena para el pueblo, pero lo que criticamos, lo que observamos, comentamos, lo que sugerimos los técnicos del sector minero es que fue una decisión política muy, pero muy encima de una decisión técnica. Si hubiera sido una empresa (la que tomara la decisión) primero aseguras lo que sigue, es decir, saber producir, saber extraer y sobre todo tener el recurso”, argumentó.
“Hace un año se dio la nacionalización del litio y vemos con sorpresa que el presupuesto asignado a Litiomex para el 2024 es de 9.7 millones de pesos, esa cantidad no sirve para nada, apenas para los sueldos del personal que van a contratar o ya tienen contratado”, indicó.
López Santoyo, quien también es vocero de la Asociación de Mineros, señaló que ve una posición ligera, cuando se trata de algo que podría despuntar lo más pronto posible, porque ya sea una empresa privada o ya sea el gobierno, va a generar beneficios y desarrollo en esa región que vive solo de la ganadería.
“Tenemos un tesoro ahí, pero no tenemos herramientas ni recursos para aprovecharlo, la gran diferencia de una empresa paraestatal es que no tienes competencia, no tienes con quién compararte si tus gastos van bien, si tus exploraciones van bien, si tus aplicaciones técnicas van bien, no hay manera de medir tu competitividad.
“Aquí lo que hay es un monopolio del gobierno y corre el riesgo de que pase lo que pasó con el uranio en 1983 cuando desaparece la empresa Uramex y la exploración se la asignaron al Servicio Geológico Mexicano y 50 años después en México no se ha producido un solo gramo de uranio, si se ha explorado en Sonora, en Chihuahua, en Tamaulipas, en Durango, en Oaxaca, pero hasta ahi llego. Nunca México ha podido obtener un gramo de óxido de uranio para generar uranio enriquecido para usar en las baterías de energía nuclear. Lo que tenemos en Laguna Verde se hace con uranio importado”, sentenció.
Vale la pena
El director de la revista Mundo Minero, la de mayor influencia en el Gremio, estimó que a un año de distancia, vale la pena que el Gobierno reflexione y dé apertura a la inversión privada.
“El Gobierno tiene muchas preocupaciones y muchas demandas que atender de la sociedad como para aventurarse a en un proyecto donde deben estar los expertos, que ahorita son extranjeros, entre ellos Erick Carter que desarrolló la tecnología de la planta piloto para beneficio de litio” que sigue siendo propiedad de Gangfeng.
Hasta donde se sabe, Bacanora Lithium va a demandar en las cortes internacionales al gobierno de México para pedir la protección de sus inversiones en Sonora.
Recordó que desde que el geólogo Martín Vidal descubrió la veta de litio en Bacadéhuachi hubo inversión, donde el gasto más fuerte es la barrenación para darle cuerpo al yacimiento que se presume es de 8 millones de toneladas de carbonato de litio.
El tema técnico podría retrasar el proyecto por tiempo indefinido si el Gobierno no pone especial atención al mismo, advirtió. “La nacionalización del litio es plausible, pero deben enfocarse en hacerla de una manera que realmente funcione. Hasta han demostrado que no ha sido factible como lo están haciendo”, comentó el exdirector de minería estatal de Sonora.
“Lo que nos preocupa es que a un año, el Gobierno no ha dado un paso seguro que muestre el rumbo. Instrumentó la nacionalización del litio, pero de ahí en fuera, no hay avance técnico, ni financiero”, insistió.
Consideró que el problema no es el perfil de quien está al frente de Litio Mx, no duda de su capacidad, el problema es que no hay resultados.
“No se ha trabajado el litio en Bacadéhuachi”
Por su parte, Luis Núñez Noriega, coordinador nacional de Clusters Mineros de la Confederación Nacional de Concesionarios y Empresarios Mineros de México (Conacemm), coincidió que a un año de constituida, hasta donde se sabe, Litio Mx no tiene ningún proyecto de importancia, en Sonora no se ha trabajado el litio de Bacadehuachi.
“Entiendo que no le dieron suficiente presupuesto, le dieron menos de 10 millones de pesos, creo que una empresa como esa necesita una buena cantidad de recursos para hacer los trabajos de exploración y para poder coordinar todo el esfuerzo de explotación del litio, que no es cosa menor. Necesita mucho presupuesto para atender las necesidad de un sector tan importante como es el litio”, resaltó.
El exfuncionario federal determinó que si Litio Mx es empresa del Estado, deben valorar en toda su dimensión la importancia que tiene el litio como un elemento estratégico para las industrias de electromovilidad y de baterías eléctricas y que se le aporten los recursos suficientes para que la empresa se active y empiece a producir litio.
“Este tipo de empresas funcionan mejor de mano de empresas privadas, que son más eficientes en la asignación de recursos para operar de mejor manera, si el Gobierno quiere operar esta empresa necesita aportar muchos recursos”, advirtió.
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Tampoco —dijo— es conveniente que una sola empresa controle toda la cadena de valor del litio ya que hay muchas empresas que desarrollan tecnología y que son muy buenas en ello. En todo caso que la empresa del Gobierno se circunscriba sólo a la extracción del litio, sugirió.
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