Su experiencia como médica y su fe han impulsado a Adriana Sofía Vale Gutiérrez a seguir adelante en la batalla diaria contra el Covid-19, en la ciudad de Hermosillo, donde incluso fue hospitalizada al ser portadora del virus.
La médica especialista en Medicina de Urgencias, en la clínica 14 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), consideró que su vida laboral ha sufrido un cambio importante, pues a lo largo de casi un año con esta situación, ha venido modificando la forma laboral.
“Al principio fue una situación que enfrentamos con mucha incertidumbre, mucho temor y miedo, pero hoy, a la vuelta de casi un año me siento más adaptada a esta situación, ha habido muchas cosas que me han impactado de manera profesional y emocional, ha sido difícil”, declaró.
Tan cerca ha estado de la enfermedad que, incluso formó parte del grupo médico que atendió a la primer paciente diagnosticada con coronavirus, lo cual la obligó a someterse a un aislamiento, junto a su esposo, quien también es médico urgenciólogo, a fin de evitar un posible contagio a su pequeño hijo.
“Tuvimos que aislarnos, sobre todo yo, porque fui la que atendió a la paciente, entonces debimos tomar medidas de precaución, conté con el apoyo de mi familia para que mi hijo se fuera a su casa y nosotros permanecer en cuarentena; fue muy difícil estar con el temor de no saber si ya eres portador cada vez que sales de trabajar; regresas a casa sin saber que puedes contagiar a tu familia”, narró.
La madre de familia aseguró que otro de los grandes retos que tuvo que enfrentar durante este tiempo, fue mantenerse separada de su hijo, pues lamentablemente la pandemia se prolongó más de lo esperado.
Consideró que nadie estaba preparado para una situación como la que se presentó, sin embargo, siempre trató de mantener la calma, ya que los pacientes necesitaban esa seguridad y la tranquilidad que, como médicos pueden brindarles.
“Ellos entraban a un hospital con mucho miedo, yo creo que era el sentir más fuerte de todo, tanto del personal que atendíamos, como de los mismos pacientes, el temor de ingresar y de ya no poder ver a sus familiares, lo tratamos de afrontar de esa manera, sentía la necesidad de tranquilizar a los pacientes, desafortunadamente muchos se fueron en el proceso”, agregó.
Adriana aseguró ser una persona de fe y esto la ha ayudado bastante, para salir de casa confiada en que todo estaría bien, y señaló que nunca les faltó ni un solo equipo de protección o medidas para la atención de los pacientes y estar preparados para los contagios.
De igual manera, su experiencia como paciente fue dura, pues estuvo hospitalizada alrededor de 8 días, con oxígeno a alto flujo, lo cual detalló que la ha sensibilizado su lado profesional, pues se dio cuenta de la afectación que tiene esta enfermedad.
“Requerí de rehabilitación cardiaca y pulmonar por las consecuencias que me dejó Covid, por fortuna ya estoy bien, pero me tocó ser paciente también y uno en un estado moderadamente grave”, reveló.
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Vale Gutiérrez hizo un agradecimiento a las personas que, al igual que ella, se encuentran en la primera línea de batalla en esta pandemia, realizando el trabajo y redoblando los esfuerzos para seguir atendiendo a los pacientes que lo necesiten.