Debido al proceso de saneamiento que se realiza en Hermosillo, parte del agua tratada se sigue desaprovechando, lo que representa un impedimento para acelerar la competitividad del municipio.
El investigador Nicolás Pineda Pablos, del Colegio de Sonora, a través de su libro “Fracasos, extravíos y logros del saneamiento en Hermosillo” expone que la operación de la actual Planta Tratadora de Aguas Residuales de Hermosillo (PTAR) es inadecuada y no está al nivel óptimo que requiere la ciudad para su desarrollo económico.
Hermosillo consume 130 millones de metros cúbicos al año, que se trae de diferentes fuentes, señaló, mientras que la planta trata aproximadamente 70 millones de metros cúbicos, es decir, cerca del 50%.
Lee también: Planta Tratadora de Aguas Residuales: un misterio para los hermosillenses
Externó que el recurso hídrico no se aprovecha correctamente y de esos 70 millones de metros cúbicos, alrededor de 35 millones de metros cúbicos son regalados a los ejidatarios de Villa de Seris, La Manga y La Peaña.
“La demás agua se está tirando, sólo beneficia a los agricultores, está recargando el acuífero de La Costa, lo que propongo y lo que se trata de impulsar es que la ciudad debe aprovechar esas aguas residuales tratadas para parques y jardines, áreas verdes y por otro lado impulsarse un parque industrial que las utilice”, resaltó.
El especialista mencionó que utilizar el agua tratada en un nuevo parque industrial podría incrementar la competitividad del municipio, pues el alto consumo del recurso que se registra en Hermosillo es uno de los principales problemas para acelerar el desarrollo económico de acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
“Ya tenemos la infraestructura con la planta, hay que hacer que opere de acuerdo a la norma, lo cual es complicado, requiere inversión de millones de pesos para corregir errores que se hicieron y que se echen a andar plantas que ya tienen como La Sauceda y Los Arroyos, continuar impulsando pequeñas plantas”, reiteró.
Desde hace 30 años se había planteado el tema
El investigador del Colson recordó que desde hace 30 años se ha trabajado en distintos proyectos para el tratamiento de agua, sobre todo tras la publicación de la Ley de Equilibrio Ecológico y Protección del Ambiente, que estableció como obligatorio que las ciudades cuenten con plantas de este tipo.
A lo largo de las últimas décadas se han registrado múltiples impedimentos, desde 1994 cuando se quiso construir la primera planta tratadora por parte de la empresa Protecsa que empezó a presentar problemas financieros y su construcción fue cancelada en 1997, pero en 1998 se suspendió definitivamente.
“Se gastaron algunos millones de pesos y no se tuvo la planta y sí se quedaron dos litigios de los cuales no se informó mucho a la comunidad, uno fue con el ejido La Manga por los terrenos que le quitaron y otro fue con la empresa Protecsa porque le cancelaron el proyecto”, detalló Pineda Pablos.
Otro proyecto consistió en dotar a la ciudad con nueve plantas medianas, se propuso que instituciones privadas contaran con pequeños equipos de tratamiento que se instalarían en el sector de la colonia El Bachoco, se empezó una a construir en el campus de la Unison en la esquina de Sahuaripa y Colosio, pero las colonias aledañas se inconformaron y se canceló.
Fue en 2012 cuando se realizó la licitación para una nueva planta de tratamiento, proceso que provocó un conflicto y fue impugnado en dos ocasiones, hasta que en la tercera se adjudicó su construcción de manera directa a la empresa que actualmente la maneja, de nombre Fypasa.
Tenía el compromiso de hacer la planta en 18 meses, pero tardó unos cuatro años en hacerla, como que los gobiernos no tenían muchas ganas de iniciar con la operación de la planta, de 2012 a 2016 en otra administración.
El compromiso era terminar la obra en 18 meses, pero tardó cuatro años hasta que en la administración municipal de 2016 inició operaciones, lo cual generó otros problemas de acuerdo a Nicolás Pineda pues no opera correctamente para satisfacer las necesidades de la ciudad y por el alto costo del proceso.
¿Quieres recibir noticias directo en tu celular? Suscríbete aquí a nuestro canal de WhatsApp
“El gran logro es la gran planta, pero es muy cara y que no se ha aprovechado bien, tal parece que hubo un mal diseño de esa planta, ha estado operando con problemas, no se realizó de manera correcta, no era apropiada para las aguas residuales de Hermosillo que traen mucha arena, tampoco no cumplía con el requisito de la temperatura”, expresó.
Datos de Agua de Hermosillo precisan que la PTAR, ubicada al Poniente de la ciudad por el bulevar Camino del Seri final, cuenta con 24 hectáreas y una capacidad de 2 mil 500 litros por segundo distribuidos en 5 módulos de 500 litros por segundo cada uno.
Además utiliza tecnología moderna que da cumplimiento a la norma NOM-003-SEMARNAT-1997, mientras que el lodo tratado se trabaja bajo la norma NOM-004-SEMARNAT-2002.
¿Ya nos sigues en Instagram? Encontrarás fotografías, videos y más
Datos
El libro “Fracasos, extravíos y logros del saneamiento en Hermosillo” de Nicolás Pineda Pablos está disponible en El Colegio de Sonora