La extracción de la tierra usada para crear bordo de la presa El Molinito provocó la aparición de agujeros en la superficie del Molino de Camou, cuyo crecimiento descontrolado amenaza con engullir las casas de los habitantes cercanos a ellos.
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María de los Ángeles Cota indicó que cada temporada de lluvia se producen deslaves que aumentan el diámetro de los agujeros y ya se han dado casos de personas que han caído en ellos debido a que necesariamente se tienen que pasar.
“Hemos dicho muchas veces que vengan a rellenar estas zanjas porque podría suceder una tragedia, ahorita son las personas pero después serán las casas; deben dejar de llevarse tierra de aquí”, manifestó.
Una vecina narró cómo escuchó los gritos de ayuda de una madre y su hija quienes cayeron al agujero desde una distancia aproximada de dos metros y medio de altura, pero no sufrieron mayor daño que algunos raspones.
Algunos pobladores además utilizan los agujeros como basureros clandestinos, sin embargo esto se ha convertido en un problema también debido a las instancias en las que la basura se ha encendido, provocando humaredas tóxicas.
Cota mencionó que el suelo que rodea a las zanjas se ha vuelto tan inestable que cae a la menor provocación, pues no tiene una base firme que pueda soportar el peso que es depositado sobre sí, lo cual vuelve especialmente peligrosos los acantilados que se formaron gracias a las retroexcavadoras.
Los vecinos han solicitado a los responsables del uso de maquinaria utilizar otras zonas para adquirir la tierra, pues son lugares muy cercanos a las casas, sin embargo suponen que son ignorados debido a las consignas previas de sus patrones.