La tradición del Año Nuevo Seri es un evento incomparable con la forma tradicional de celebrar la misma efeméride, ya que implica el nacimiento de algo en lugar del fin de un ciclo, informó el investigador de culturas populares Maximiliano Muñoz Orozco.
El especialista expuso que el Año Nuevo Seri se diferencia del año occidental debido a que inicia con la primera luna de julio, dado que los primeros meses de la etnia no terminan como los de nosotros.
“La luna que acaba de pasar coincide con el corte de la pitahaya porque anuncia las primeras lluvias, es un signo de que el desierto ya maduró y de que tiene frutos; el calendario está relacionado con las constelaciones que coinciden con un acontecimiento importante en su vida”, acotó.
La celebración consiste en conseguir pescado y comida para alimentar a la gente, así como adornar el espacio dónde se realizará el evento, sea una palapa o cabaña a la orilla de la playa, y la adornan con listones de colores.
Muñoz Orozco explicó que las mujeres usan vestidos largos de una tela de algodón de color fuerte, mientras que las mujeres solteras usan colores brillantes y las casadas prendas oscuras, además se destaca la tradicional pintura facial de la comunidad.
La fiesta comenzará este año el día 30 cuando el sol se ponga, detalló, terminará a la media noche y se espera que dure 10 días, pero esto dependerá de que haya suficiente alimento.
La caguama de siete filos, ícono de la cultura Seri, también hará acto de presencia, compartió, ya que cabe destacar que, según las leyendas Comcáac, esta representa a una mujer joven cuyo espíritu reside dentro del caparazón, por lo que cuando la llegan a capturar hacen una fiesta en su honor.