La apicultura favorece enormemente a Sonora en diferentes aspectos. Entre sus beneficios, se encuentra el mejoramiento de la producción del forraje para el ganado, por lo que es de vital importancia para una de las principales actividades económicas de la entidad.
José Manuel Pérez Noriega, apicultor, mencionó que las abejas producen miel en diferentes temporadas, principalmente durante la primavera, siendo entre marzo y mayo cuando más se produce miel, lo que implica la polinización de las flores de diferentes arbustos, árboles y plantas, sin embargo, también durante las temporadas de lluvias se presentan aumento en la producción.
Según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (Inifap), en Sonora, anualmente se promedia una producción de mil 449 toneladas de miel, aunque ha venido disminuyendo durante los últimos años.
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“Sonora no se destaca por la cantidad de la miel, sino por la calidad que produce… El reto principal es adaptarse, como apicultor, estamos pendientes del cambio climático. Cada año, cuando pasa la primavera, tenemos un registro diario de las temperaturas, porque si llegan a rebasar los 48 grados, se presenta un colapso en las colmenas y se pierden”, mencionó.
En ese sentido, señaló que es importante preparar las colmenas y colocarlas en lugares muy sombreados, con agua cerca, con poca ventilación y sin mucha competencia por el agua, por lo que si no llueve uno tiene que alimentar y esperar la temporada para volver a producir miel.
En La Costa de Hermosillo, especialmente en los cultivos de naranjos, es donde se suelen colocar las colmenas de abejas durante la primavera y el otoño para la producción de miel, a la cual se le da un valor agregado mediante la elaboración de diferentes productos como jarabes, energetizantes, jabones, cremas y mascarillas.
“Las abejas son muy benéficas en cuanto a la polinización, mucha de la economía de los apicultores en Sonora se apoya más en la polinización que en la producción de miel, porque Sonora es un Estado productor agrícola, y se necesita mucho de la productividad que les da la polinización a sus cultivos, tanto en calabaza como sandía, melón, pepino, etcétera, entonces se requiere que la abeja polinice”, agregó.
Asimismo, muchos agricultores de Sonora invitan a que los apicultores coloquen sus colmenas de abejas en ranchos para que ayude a la producción de árboles silvestres, ya que éstos producen más alimentos para el ganado.
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Por su parte, el gobernador Alfonso Durazo aseveró que 80% del territorio sonorense es susceptible a ser aprovechado por la apicultura, por lo que la relevancia de la polinización para la entidad es de gran magnitud. En ese sentido, señaló que es imposible la conservación de ecosistemas y la estabilidad en los ciclos agrícolas.
“Nuestro Estado no solamente tiene un 80% de su territorio susceptible a ser aprovechado por la apicultura, sino que cuenta con un árbol icónico que es el mezquite, un favorecedor de que este proceso de polinización pero que requiere de las abejas”, afirmó el mandatario sonorense.
De tal manera, puntualizó que es necesario que académicos y apicultores realicen aportes para generar un marco legislativo que genere condiciones adecuadas para detonar esta actividad en el país y se lleve a cabo con la modernización requerida para elevar los estándares de calidad y mejorar la economía y los ecosistemas de la entidad.
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