Desde el pasado domingo, el asilo Juan Pablo II cerró sus puertas, como parte de las medidas preventivas y con el propósito de cuidar a los 35 adultos mayores que habitan en la institución.
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Guadalupe Quintero, directora del asilo, comentó que actualmente todos los abuelitos que viven en la casa hogar se encuentran bajo cuidados estrictos, por lo tanto no recibirán visitas dentro de un tiempo indefinido.
“Siempre cuidamos mucho a los adultos mayores, incluso anterioridad si llega alguien con resfriado o gripa no los dejamos entrar, ahora el patronato nos pidió cerrar el asilo porque ellos tienen muchas visitas, afortunadamente los quieren mucho; teníamos visitas a diario pero por la situación cerramos las puertas”, dijo.
Como se conoce, los adultos mayores son la población más vulnerable ante el Covid-19, mejor conocido como coronavirus, por lo tanto el asilo Juan Pablo II ha tomado sus medidas estrictas precautorias, tanto el personal, como los adultos mayores.
“Nada más estamos trabajando el personal, los cuidadores que están muy cerca de ellos, la oficina y las cocineras. En la mañana al llegar nos lavamos las manos, usamos cubrebocas, nos acercamos lo menos posible a ellos porque venimos de fuera y los cuidadores están durmiendo aquí, ellos los cambian, los bañan; están las 24 horas”, aseveró.
Cabe mencionar que, ningún adulto mayor se encuentra enfermo, pues comentó que siempre se han cuidado mucho, tienen gran cultura de higiene en ellos, por lo tanto han seguido cada regla para evitar alguna enfermedad.
“Están enterados de lo que está pasando, se cuidan mucho a todas horas, se lavan las manos, son personas muy ordenadas, sí les causa un poquito de miedo, pero nosotros les decimos que las puertas están cerradas, que nadie entrará; estamos haciendo todo”, precisó.
Toda actividad donde involucre a personas externas al asilo están suspendidas, tanto la misa, como la asistencia de escuelas, entre otras instituciones que visitaban constantemente a los adultos mayores.
“Ya les notificamos a las escuelas, las misas los domingos se cancelaron, no habrá visita hasta que la autoridad nos diga que están fuera de peligro. Tenemos viejitos que están enfermos de diabetes, pero de gripe ninguno, a pesar de que ha llovido están muy bien resguardados, están contentos y entendieron muy bien el por qué no recibirán visitas”, agregó.
Aunque no cuenten con la presencia de las personas, el personal de la misma Institución organizó diferentes actividades para ellos, como ver películas y jugar a la lotería; asimismo, se hace limpieza constante del lugar y de ellos mismos.
El asilo Juan Pablo II cuenta con el apoyo de dos médicos geriatras voluntarios, Germán Silva y Jorge Platt, quienes siempre están al pendiente de los abuelitos, mismos que se les notificará si alguno de los señores o señoras se enferman.