Con más de 30 años formando astrónomos profesionales y aficionados, Hermosillo y Sonora tienen una gran tradición en la Astronomía, ciencia que desde la antigüedad ha fascinado a los seres humanos, cuya curiosidad natural nos ha llevado a buscar respuestas en la vastedad de la bóveda celeste.
Y siendo el desierto de Sonora un lugar con cielos despejados, la mayor parte del año, nada más natural que se aproveche este gran potencial para observar las estrellas, para tratar de arrancarles sus secretos.
En Hermosillo, los ciudadanos tienen varias opciones para iniciarse en esta actividad, que tiene más seguidores de lo que a simple vista puede creerse. El primer paso quizás sea acercarse al Observatorio del Centro Ecológico y ya entrados en la materia, tomar un curso básico de Astronomía en la Universidad de Sonora.
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El astrofísico Alfredo Manríquez Rangel, encargado del citado Observatorio, quien se dedica a la divulgación de la ciencia desde 2018, platicó con El Sol de Hermosillo sobre lo fácil que es entrar al mundo de las estrellas, los eclipses y los asteroides.
Manriquez Rangel es egresado de la Licenciatura en Física de la Universidad de Sonora (Unison), con estudios de postgrado en la Maestría en Astrofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y estudios de doctorado en el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, en Morelia.
Recordó que el Observatorio del Centro Ecológico se fundó en 1991, en el sexenio de Manlio Fabio Beltrones, gracias a la coordinación de Antonio Sánchez Ibarra, quien además fue fundador del área de Astronomía de la Universidad de Sonora.
“El Observatorio se está reabriendo después de la pandemia y el objetivo es activar el espacio como un lugar para comunicar la ciencia donde la gente de la región pueda visitar un lugar único en el Noroeste, al ser un observatorio público, dedicado a la gente no a la investigación”, explicó.
Las actividades del Observatorio incluyen pláticas de miércoles a viernes, a partir de las 7:00 de la noche, con temas de actualidad, a partir de las noticias relevantes de la ciencia y del espacio de la última semana y tiempo para explicar los objetos que vamos a observar cada noche, actividad que concluye a las 11:00 pm.
“Los objetos se cambian cada semana, dependiendo de la disponibilidad del cielo, conforme este va cambiando. Tenemos también talleres para niños y niñas, además de las pláticas y la observación del cielo”, detalló.
El Observatorio está abierto al público en general, pero hay un cupo límite de 150 personas para poder ser atendidos debidamente, para que puedan alcanzar a observar. Los costos son de 50 pesos para adultos y 25 pesos para niños, se recomienda que sean niños mayores de cinco años de edad, indicó el astrofísico.
Una larga tradición
Alfredo Manríquez Rangel reconoció que hay mucho interés por parte de la gente, pues la tradición de la astronomía en Sonora es bastante larga.
Recordó que hace 100 años, en 1923, se observó un eclipse solar total en la entidad, evento al que vinieron astrónomos de todas partes del mundo para tomar nota.
“Este año, el 14 de octubre vamos a poder observar en Sonora un eclipse solar parcial, a partir de la 8:30 am del sábado 14 y el próximo eclipse solar total que se va a poder observar en la región será el 8 de abril de 2024 en Sinaloa, Durango y Coahuila” adelantó.
Comentó que desde los años 70 se han estado abriendo instalaciones de interés astronómico en Sonora, en particular el Observatorio Guillermo Haro del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe) en Cananea.
Explicó que parte del atractivo de la Astronomía es que es una ciencia muy accesible, casi cualquier persona, niños o adultos, pueden entender los conceptos básicos de la ciencia y aparte nos gusta mucho mirar al cielo.
“La gente va por mera curiosidad, estamos teniendo muy buena respuesta del público. Además tenemos los antecedentes de los cursos básicos del área de astronomía de la Unison que todavía se llevan a cabo”, comentó.
En general, —dijo— parte del atractivo de la astronomía es que es una ciencia muy antigua y buena parte de su historia se ha hecho a simple vista, sin necesidad de instrumentos, como por ejemplo apreciar eclipses de luna y de sol, lluvias de estrellas, identificar constelaciones, estrellas fugaces, cometas, reconocer los colores de las estrellas, sus brillos, conocer sobre la mitología y sobre la historia de la astronomía.
“Hay muchas cosas que se pueden hacer sin necesidad de instrumentos y para quienes desean profundizar en la ciencia, entonces son necesarios los mismos. Pero por sí sola es muy accesible, sin necesidad de comprar absolutamente nada, sólo hace falta un cielo oscuro y curiosidad para poder entrarle a la astronomía”, aseveró.
Un cielo oscuro
Los observatorios ópticos importantes de México, como el telescopio de Cananea o los telescopios del Observatorio Astronómico Nacional que están en Ensenada, aprovechan el desierto Sonora-Arizona por la ausencia de nublados, explicó Manríquez Rangel.
“Son cielos que tienen por arriba del 70% de días despejados a lo largo del año, además de que las ciudades grandes están muy separadas, es decir, los espacios oscuros son todavía muy accesibles en el Noroeste del país”, señaló.
En Sonora, —precisó— la Reserva de la Biosfera del Pinacate es un muy buen lugar para la observación nocturna de las estrellas, pero cualquier lugar a 30 o 40 kilómetros de distancia de cualquier ciudad es ya un buen sitio para desarrollar la actividad.
En el caso del Observatorio del Centro Ecológico que está en medio de la ciudad, al ser destinado para la divulgación de la ciencia y no para investigación, aunque no hay cielo oscuro, sirve para que la gente pueda apreciar objetos que no se ven a simple vista, explicó.
Para incursionar en el pasatiempo de la astronomía, se recomienda como un buen primer paso tomar el curso básico de astronomía en la Universidad de Sonora, asistir al Observatorio del Centro Ecológico, donde cada semana se ofrecen temas distintos, para hacerlo más ágil y entretenido para la gente, recomendó.
Astrónomos destacados
El especialista explicó que hay varios astrónomos mexicanos destacados, pero el más importante es Guillermo Haro, cuyo nombre lo lleva el observatorio de Cananea. Haro fundó el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe); sus aportaciones son importantes, principalmente en el hallazgo de partículas que explican la formación de las estrellas.
Cabe mencionar que el Inaoe posee una colección de alrededor de 15 mil placas astro-fotográficas obtenidas en la Cámara Schmidt que posee, de diversas regiones de la bóveda celeste, principalmente de las constelaciones de Orión, el Toro, Cáncer, Escorpio, Sagitario, Osa Mayor, Osa Mayor, entre otras.
Con esta Cámara se hicieron diversos descubrimientos, siendo el principal el de los objetos Herbig-Haro (por Guillermo Haro), considerados como los indicadores del inicio de la formación estelar. También se descubrieron estrellas novas y supernovas, galaxias azules e innumerables estrellas ráfagas, así como el cometa Haro-Chavira, descubierto en 1954 en la región del Toro, de acuerdo a información del mismo Inaoe.
Manríquez Rangel señaló que entre los astrónomos sonorenses destaca Antonio Sánchez Ibarra, antes mencionado, fundador del Observatorio del Centro Ecológico y del Departamento de Astronomía de la Unison, quien además recibió un Premio Nacional por la divulgación de la ciencia en el año 2000.
Indicó que actualmente, en el área de Astronomía del Departamento de Investigaciones Físicas de la Unison trabajan con asteroides, dinámica galáctica y formación de estrellas.
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“La astronomía en México es una de las ciencias más reconocidas a nivel internacional pues existen grandes colaboraciones desde el Instituto de Astronomía de la UNAM”; se ha participado en grandes descubrimientos, como la fotografía del agujero negro en la que participó la astrónoma oaxaqueña Gisela Nohemí Ortiz León, entre otras cosas.
Alfredo Manríquez Rangel argumentó que hay una gran tradición de la astronomía en Hermosillo y en Sonora, llevamos más de 30 años formando astrónomos profesionales y aficionados, por ello convocó a los interesados a acudir al Observatorio del Centro Ecológico a buscar más información para iniciarse en este fantástico pasatiempo que abre las puertas de la ciencia.
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