Aunque no han sido del todo avaladas por organizaciones internacionales de salud, las llamadas “tarjetas sanitizantes de dióxido de cloro”, siguen estando a la venta en centros comerciales y cada vez es más común su comercialización en redes sociales.
El dióxido de cloro ya se vendía desde mucho antes de la pandemia como una ‘sustancia mineral milagrosa’, pero el Covid-19 impulsó su venta de manera irregular, calificado como peligroso por las autoridades sanitarias internacionales.
Se trata de las llamadas “tarjetas sanitizantes de dióxido de cloro”, que prometen generar una barrera protectora contra bacterias y virus de hasta un metro cuadrado alrededor de la persona que lo porta.
Amenaza para la salud
Autoridades sanitarias como la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos, las describen como una “amenaza para la salud pública”.
En China, la viróloga e inmunóloga Ariane Davison, dijo que las tarjetas de dióxido de cloro “no harán nada para proteger al inactivar los virus respiratorios”.
“El dispositivo se usa alrededor de su cuello, en ninguna parte cerca de su nariz y boca, que son los portales clave para la infección por Covid-19.
“Si acerca el dispositivo a su cara, el ingrediente activo, el dióxido de cloro, causaría irritaciones respiratorias y oculares graves y quemaduras en la piel, ya que es altamente corrosivo”, señaló.
Riesgo latente
Y es que hasta ahora no existe algún estudio científico que certifique su supuesto beneficio, mientras que los especialistas dicen que estas tarjetas son una estafa.
El riesgo de estos productos, aunque ha sido restringida su venta en países como Estados Unidos, sigue estando latente en los también conocidos como Virus Shut Out.
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA), “no se ha evaluado la seguridad y eficacia de estos artículos contra los virus y las declaraciones injustificadas de que protege contra los virus amenazan la salud pública”.
Incluso pidió a distribuidores como Ebay y Walmart que detuvieran su venta, pero eso no impidió que estas tarjetas se puedan adquirir a través de redes sociales.
Su venta en el país
Para su venta en México, por ejemplo, se argumenta que son menos visibles y molestos que una máscara facial”.
Las de la marca Virus Block Out describen al producto como una “tarjeta de desinfección de aire para toda la familia. Seguro de usar: a través de la liberación continua de dióxido de cloro”.
El doctor Carlos Alberto Pantoja Meléndez, académico de la facultad de Medicina de la UNAM, aseguró que si esto fuera cierto el dióxido de cloro en forma de gas no sólo eliminaría la capa lipídica de los virus, también afectaría las células que encuentre en su camino, como las que recubren los ojos o las que se encuentran en nuestro sistema respiratorio.
Algunos infectólogos han señalado, por su parte, que para que una tarjeta funcione como mencionan algunos de sus promotores, tendría que tener una concentración muy alta de dióxido de cloro, que resultaría tóxica para quien la porta.
Advertencia internacional
Desde que comenzó la pandemia, las autoridades sanitarias de diferentes países como México, han advertido que el dióxido de cloro y sus derivados como el hipoclorito de sodio no se puede utilizar como medida de protección contra la Covid-19, y mucho menos como una cura.
“No se recomienda utilizar productos a base de dióxido de cloro o clorito de sodio por vía oral o parenteral en pacientes con sospecha o diagnóstico de Covid-19, ni en ningún otro caso, porque no hay evidencia sobre su eficacia y la ingesta o inhalación de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos”, reveló la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Desde el año pasado, el 23 de julio, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en México, señaló que “no cuenta con evidencia científica que determine el uso de dicho producto para el tratamiento de ninguna enfermedad”.
Incluso, el Subsecretario de Salud Hugo López-Gatell dijo entonces que: “No existe evidencia científica, repito, no existe evidencia científica ni en México ni en el mundo que muestre que el dióxido de cloro es un producto eficaz, y tampoco necesariamente seguro para el control, prevención o tratamiento de Covid-19”.
En innumerables publicaciones se asegura que es falso que este nuevo dispositivo colgante que dice liberar dióxido de cloro denominado Virus Shut Out, funcione de escudo y barrera para proteger a las personas del contagio de la enfermedad Covid-19, como han anunciado diversos vendedores de este producto en redes sociales en México.
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Una de las diversas publicaciones que hacen los comerciantes en Facebook, señala que el producto “elimina gérmenes y virus en el aire circundante”. Lo cual no está comprobado.