HERMOSILLO. Tal como lo dijo Cantinflas en la película “Por mis pistolas”, el bacanora puede quitar cualquier mal y en dado caso de que no, por lo menos te hace quedar muy contento.
De las llamadas bebidas espirituosas, el bacanora es una de los menos conocidas debido a que por 77 años fue prohibida, después de que el gobernador de Sonora, Plutarco Elías Calles, en 1915 la considerara como una bebida que inmoralizaba a quien la tomaba.
Pero no sólo era ilegal producirlo, sino que quien lo hiciera era perseguido y colgado para sembrar el terror entre los valientes que intentaran darle continuidad a esta actividad.
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Dicha prohibición no provocó que la tradición de destilar agave pasara de generación en generación pues debido al frío extremo de la sierra, los hombres lo utilizaban para calentar su cuerpo después de ingerir esta bebida que contiene hasta 55% en grados de alcohol.
Fue hasta el año 2000 cuando se logró la denominación de origen en 35 municipios sonorenses, por lo que con esta distinción, se convirtió en el único destilado de agave en producirse en un solo Estado de la República Mexicana.
Se trata de una bebida muy parecida al mezcal, pero el bacanora cuenta con un sabor único que se genera debido al extremo calor y frío que se registra en la región, esto sumado a la riqueza de los minerales con los que cuenta la tierra de la sierra sonorense.
Pese al paso de los años, la destilación y la producción de bacanora continúan realizándose de manera artesanal con agaves silvestres que logran de 38 a 55 grados de alcohol.
Debido a esta alta concentración, no cualquiera se atreve a probar este elixir, por lo que la recomendación es tomarse con respeto y disfrutarlo de besito a besito para disfrutar de los sabores que genera la tierra sonorense.
Pero para quienes prefieren cosas no tan fuertes, pero les agrada el sabor del bacanora, los más de mil productores han ido realizando variaciones para ofrecer una bebida apta para todo amante del alcohol.
El cuidado de la planta durante años hasta su maduración y la atención en cada detalle del proceso convierten a esta tradición familiar en arte sonorense.
Ya sea con anís, convertida en una crema o un licor saborizado, el bacanora es una opción digestiva para después de las comidas, esto sin perder el sabor producido al utilizarse 100% agave angustifolia haw y sin azúcar añadidos.
Al probar este destilado se distingue por su gran concentración de alcohol que brinda un cuerpo fuerte que contrasta con la combinación de hierbas y flores que brindan un sabor dulce, así como un toque de ahumado debido al agave tatemado.
En sí, el bacanora se distingue por su sabor dulce y ahumado, sumado a un aroma campestre al ser elaborado en hornos bajo tierra.
A diferencia del tequila y el mezcal, el bacanora es 100% agave y sólo se produce en tierras sonorenses, logrando que se pueda tomar a pecho o bien en alguna bebida preparada.
¿Cómo se toma el bacanora?
Expertos de la marca Aguamiel, recomiendan que la mejor opción para tomarlo es servirlo puro ya sea en un vaso tequilero o una copa de coñac mediana.
Primero, acerca la nariz a la boca del vaso para percibir el bacanora. De esta forma, preparas las papilas gustativas.
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Paso seguido, besa el bacanora de tu vaso, es decir, dale un pequeño sorbo. Deja que el bacanora recorra tu boca por 3 segundos.
Libera aire lentamente por boca y nariz para distinguir mejor los recuerdos del bacanora y percibir aromas escondidos. A estas sensaciones en boca y nariz se les conoce como notas que son percibidas dependiendo del paladar de cada uno que provoca sensaciones diferentes.
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