Sonora cuenta con una cultura que sorprende a cualquiera y entre sus tradiciones hay una en específico en la que los animales logran ser un elemento clave.
En el 2022, el Congreso de Sonora aprobó el decreto en el que se reconoce a las cabalgatas como un patrimonio cultural e inmaterial del estado. Esto confirma que se trata de una práctica que los sonorenses realizan desde hace años por motivos distintos.
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El Sol de Hermosillo tuvo una plática con Ignacio Lagarda, cronista de Hermosillo, con el fin de conocer detalles sobre las cabalgatas en Sonora y el impacto que tienen los caballos en la sociedad sonorense.
“Desde la época que los españoles trajeron los caballos y las vacas, les enseñaron a los indígenas la actividad de rancho, aproximadamente en los años 1600 y posteriormente iniciaron con la vaqueriada”, expresó.
¿Cabalgatas o desfiles?
Debido al éxito y el impacto que una cabalgata tiene en la sociedad sonorense, muchos eventos o fiestas tradicionales han adoptado esta práctica con propósitos diferentes.
“En Sonora existen las cabalgatas religiosas, que no son nuevas, no tienen más de 20 años que en los pueblos iniciaron y en Hermosillo la más tradicional es la de San Judas Tadeo”, señaló el cronista.
Mencionó que en los pueblos de la sierra y el Río Sonora también se realizan cabalgatas, ya sea durante la celebración de un santo o cualquier otra fecha. Sin embargo, mencionó que no solía ser una actividad propia de quienes realmente se dedicaban a ser vaqueros cuidando el ganado.
“El vaquero de Sonora no tenía tiempo de hacer cabalgatas en la antigüedad, se dedicaba a trabajar, pero ahora los vaqueros se dan tiempo de andar en sus caballos por motivos religiosos”, expresó.
Con el tiempo, iniciaron unas cabalgatas muy modernas que no tienen nada que ver con la religión, que se dieron por iniciativa del entonces gobernador de Sonora Eduardo Bours Castelo, conocidas como cabalgatas políticas, las cuales incrementaron la tradición de las cabalgatas de los vaqueros.
“El gobernador Bours las impuso como cabalgatas de imagen pública o políticas y ahora se utilizan con este fin, cuando alguien quiere llegar a ser presidente municipal o diputado, promociona una cabalgata y le pone cualquier nombre”, indicó.
Un cambio generacional
Años atrás, las cabalgatas eran practicadas por un grupo específico de personas, y con motivos muy diferentes a los que pueden tener ahora, sin embargo, actualmente esta tradición ha logrado ampliarse para un grupo más grande de sonorenses, quienes las utilizan con distintos fines.
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“Se habla de un cambio generacional, porque en realidad quienes cabalgan en las nuevas cabalgatas no son vaqueros, son los dueños de los ranchos o pueblerinos que no tienen rancho, pero son aficionados que han vivido arriba de un caballo como parte de la tradición de su pueblo”, compartió.
Actualmente, dijo, las cabalgatas para muchos se pueden considerar más como un “hobbie”, que una actividad propia del vaquero convencional.
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