La movilidad ha sido uno de los principales desafíos en la capital sonorense, pues de acuerdo a la asociación Hermosillo ¿Cómo Vamos?, la estructura vial actual y el aumento del parque vehicular rebasarían en el corto plazo la capacidad actual de la ciudad y ésta se congestionaría.
Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público indican que el parque vehicular registrado en Hermosillo durante 2019 es de 460 mil 443 vehículos, 22.2% más que en 2018. De estos, 315 mil 970 son automóviles, 127 mil 823 camiones y camionetas de carga, 13 mil 339 motocicletas y 3 mil 311 camiones y camionetas de pasajeros.
Por ello el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que es indispensable la implementación de políticas públicas con una perspectiva de largo plazo y centradas en la sostenibilidad.
Camiones urbanos
El tema del transporte público ha sido controversial durante los últimos años, pues en su momento se presentaron problemas de desabasto, unidades en malas condiciones, aumentos de tarifas, asaltos y conflictos sindicales que en ocasiones han terminado en huelgas.
En abril de 2019 las empresas Movilidad Integral y Administración Corporativa de Hermosillo ganaron el proceso de licitación para prestar el servicio en los próximos años, comprometiéndose a implementar tecnología, así como adquirir nuevas unidades.
Al día de hoy, se han adquirido un total de 250 camiones nuevos, que se distribuyeron en las distintas líneas, lo cual a voz del representante de Vigilantes del Transporte, Alfonso López Villa, es uno de los puntos favorables que se han conseguido.
Asimismo, mencionó que otra situación positiva es que arriba del 90% de la flotilla cuenta con aire acondicionado, lo cual es obligatorio, sin embargo, en años anteriores solamente el 15% o el 20% cumplían con este lineamiento.
Largos tiempos de espera
Lo que en la asociación consideran que todavía hace falta es el acortamiento de los tiempos de espera de las unidades, pues éstos llegan a ser de hasta 25 minutos cuando lo ideal sería de 12 a 10 minutos.
“Este año la parte buena es lo del aire acondicionado y los camiones nuevos, la parte mala es que siguen los intervalos de espera altos, estamos hablando de 20 a 25 minutos ya de una manera normal en la mayoría de las líneas. Seguimos llegando tarde pero ahora en camión nuevo”, declaró.
La pandemia por el Covid-19 vino a agravar tal tema, pues al haber menor demanda se tomó la decisión de poner en circulación solamente 250 de las 350 unidades que se tienen, provocando además del elevado tiempo de espera, que los camiones se llenen de pasajeros en las horas pico.
“Cumplir con el aforo del 25% es muy difícil por la poca cantidad de camiones que hay, sobre todo en las horas pico, que son de la 7:00 a las 8:30 en la mañana, se puede ver camiones abarrotados y en las noches de las 5:00 a 7:00 también ves camiones llenos, son las horas picos y pues es difícil”, externó.
Manejo de pandemia
Alfonso López consideró que el manejo de la pandemia en el sistema del transporte urbano ha sido regular, ni buena ni mala, ya que se siguen presentando camiones llenos en ciertas horas pero se ha avanzado en el tema del uso del cubrebocas.
Hasta antes de que se aprobara en el Congreso del Estado la obligatoriedad del uso de dicho artículo el 20% de los pasajeros acudían sin uno puesto, hoy en día sólo el 5% no respeta la indicación.
“Ahora con la obligatoriedad que aprobaron los diputados, ahorita al menos el 5% no lo utiliza y antes estábamos hablando de un 20%, entonces sí sirvió la obligatoriedad, aunque no hay sanciones, pero ya mucha gente sabe que en un momento dado pueden negarle el servicio o bajarlo del camión, porque todos traen cubrebocas”, manifestó.
Calificación de usuarios
Por otra parte, la Encuesta de Percepción Ciudadana realizada por Hermosillo ¿Cómo Vamos? revela que el 86.7% de los usuarios se siente satisfecho o muy satisfecho con la calidad del transporte público, lo califican, en promedio con 7.6 en una escala del 1 al 10.
Los aspectos del transporte mejor evaluados son el trato recibido por el chofer y la conducción de la unidad con un 7.0, mientras que la frecuencia o el tiempo de espera y el estado de las paradas son lo peor evaluados con 6.5.
El 52% de los usuarios considera cara o muy cara la tarifa, el 67.3% cree que la calidad del transporte no mejoró respecto del año anterior y el 15.3% afirma sentirse algo o muy inseguro cuando aborda una unidad.
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Por último, López Villa mencionó que poco a poco la calidad va mejorando, siendo algunos temas pendientes el otorgar a la ciudadanía otras opciones de movilidad como lo son los taxis colectivos, así como el pago electrónico obligatorio que se ha estado posponiendo.