El cáncer de mama es una de las enfermedades más devastadoras que cobran una cantidad importante de vidas en mujeres, por ello no sólo los especialistas en el tema, sino quienes lo han padecido, exhortan a mujeres y hombres a practicarse pruebas constantes para detectarlo a tiempo y buscar una solución.
Este tipo de padecimientos viene desde hace décadas, donde cada vez es más constante encontrar tratamientos que reviertan los efectos negativos e incrementar las posibilidades de superarlo y poder tener una vida plena.
Adriana Garibay Escobar es una de las sonorenses que han logrado ganarle la batalla, luego de encabezar contra ese mal una intensa lucha hace más de 28 años, pero que hasta la fecha no le cede margen para que regrese.
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La hermosillense narró para El Sol de Hermosillo que ha sido la prueba más dura que le ha puesto la vida el tener cáncer de mama, pues recuerda que en los noventa cuando se lo detectó fue una noticia terrorífica, sin embargo, gracias a su profesión como química bióloga conocía del tema y supo qué hacer.
Relató que nadie espera un anuncio de ese tipo, aunque sabe que nadie está exento de tener en su organismo alguna enfermedad, pero en el caso del cáncer, se vuelve más fuerte porque existe un alto índice de personas que mueren a consecuencia de los tipos que hay.
“Fue en 1995; yo me lo detecté en el baño, sentí la famosa bolita y pues lo que hice fue tomar acción rápidamente. Fui con el oncólogo y tomé una serie de decisiones difíciles, tienes que tomar muchas decisiones, de eso dependen mucho de que llegues a la etapa de recuperación y de estar libre de eso”, comentó.
Con 35 años en ese entonces, platicó que su familia, amigos y allegados fueron parte importante para tomar la decisión de iniciar con los tratamientos necesarios para contrarrestar esa enfermedad.
“Me armé de valor y me sometí al tratamiento que fue muy difícil, la cosa es que cuanto más enterado está el paciente, más miedo da, pero también te da la oportunidad de tomar las mejores decisiones. Entonces, te da mucho miedo, pero se supone que estás preparado para hacer lo que tienen que hacer, en mi caso fue la cirugía, un tratamiento con base en quimioterapias”, recordó.
Luego de años de vivir la mitad del tiempo en hospitales para revisiones o tratamientos, mientras que la otra parte acogida con los suyos llegó a principios de los 2000 una buena noticia por parte de los doctores que la atendieron: su alta médica y con ello el haber superado el cáncer de mama.
"Pierdes la feliz ignorancia de la inmortalidad"
“La parte de la sobrevivencia es la más bonita, porque ya lo superaste, la fase horrorosa es cuando te dan la noticia, eso es horrible y todas las demás, sobre todo la de decir soy sobreviviente es la parte dulce”, exclamó en medio de un prolongado suspiro.
Con esta experiencia, dijo, puso los pies sobre la tierra y pensar que como seres humanos se tiene la vida prestada, por ello sugiere que tanto hombres como mujeres se hagan autoexploraciones para verificar si hay algún mal que los aqueje en sus cuerpos y tomar medidas lo antes posible.
“Cuando tú sabes que tienes una enfermedad que puede ser mortal, pierdes la feliz ignorancia de la ‘inmortalidad’, es una frase que adopté y me hizo entender que no somos eternos. Uno cree que nunca te vas a morir y sí, todos nos vamos a morir, pero todos decimos, ‘cuando ya me vaya’... Es de dientes para afuera, pero cuando realmente tienes conciencia, se viene un momento duro, que depende de ti si lo superas”, citó.
Enfocada en que sus seres queridos eran uno de sus motivos principales para seguir viva, aseguró que nunca estuvo en su mente el ‘tirar la toalla’, ya que las muestras de cariño y solidaridad fueron muchas y eso le dio el compromiso de no fallarles.
“En mi caso decidí la cirugía y la quimioterapia, hay gente que pierde la vida en el proceso porque no aguanta eso, pero estaba consciente de lo que me podía pasar, sin embargo, la esperanza fue y ha sido mi mayor fuerza”, subrayó, por lo que ahora se considera una mujer más fuerte y sensible.
Realiza sus metas y sueños tras sobrevivir
Consciente de que con el cáncer nunca se sabe, pues puede brotar en cualquier momento, ahora se centra en realizar metas y sueños como viajar, conocer la Patagonia entre Argentina y Chile, seguir con cursos y aprendizajes, puesto que el adquirir conocimiento es una de sus más grandes pasiones, así como aprender apicultura y lo que venga.
“Se supone que te lo dicen a los cinco años que estás libre de cáncer, pero los que sabemos tenemos presente que hay probabilidad que a partir de los 15 años después de esa fase que viene lo que se le llama células de endodormancia que pueden despertar, que te vuelve esa enfermedad, pero en mi caso ya son 28 años y todavía me sigo checando”, sostuvo.
Sonora es de los estados que en los últimos años ocupa los primeros lugares en muertes por tumores malignos, al estimarse que hay alrededor de 10 defunciones por cada 100 mil habitantes por esa causa, pero la parte positiva es que también ahora más personas se practican pruebas de detección.
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La Secretaría de Salud en el Estado informó que este 2023 se han detectado 125 pacientes por cáncer de mama, pero la parte positiva es que se triplicó el número de estudios para prevención y detección, al dar a conocer que se han realizado más de cuatro mil procedimientos, entre los que destacan las mil 667 mastografías y 760 ultrasonidos de mama practicadas en municipios como Guaymas, Nogales, Moctezuma, Navojoa, Caborca y dos en Hermosillo, en el Centro Avanzado de Atención Primaria a la Salud (Caaps) y otro en el Centro Estatal de Oncología (CEO), que cuentan con mastógrafos.
Quienes deseen acceder a un servicio de ese tipo se pueden comunicar a la Línea Rosa 6622 828136 de lunes a viernes de 8 de la mañana a 2 de la tarde para mayores informes.
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