La memoria es vital para el recuerdo y como reza el viejo adagio sonorense "tanto peca el que agarra la pata, como el que mata la vaca", así pasa con la memoria colectiva.
De nuevo una edificio del Centro Histórico de la capital sonorense es condenado a que se preste a la derumbe, a pesar de tener ya el siglo de construcción.
Esto ocurrió en la esquina de la avenida No Reelección y Calle Benito Juárez, en donde Personal del Instituto Nacional de Historia y Antropología (INAH) y del Ayuntamiento de Hermosillo, hicieron gestiones para que no se derrumbara.
Asimismo, el Gobierno de la capital sonorense puso sellos de clausura para la demolición, pero a pesar de ello el inmueble está en deplorables condiciones.
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Si un edificio nos recuerda la infancia, los momentos de antaño y lo que decidimos convertirnos, es mejor preservar la memoria que destruirla.