Las personas en situación de calle que de manera voluntaria deciden hacer la estancia de seis meses en Casa Galilea, donde reciben una atención integral en materia de calidez, acompañamiento, ropa, alimento, ayuda psicológica y hasta el aprendizaje de un oficio, determinan que les cambia la vida.
Se trata de un programa adoptado por la autoridad municipal, a través del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), cuyo inmueble se ubica en la colonia Palo Verde, al Sur de la ciudad.
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Luego de un recorrido hecho por El Sol de Hermosillo, las autoridades del DIF Municipal a cargo de Isela Montes de Oca Tapia, junto con la directora de Casa Galilea, Claudia Villa, dieron a conocer que, ante los programas aplicados, se han tenido historias de éxito que son dignas de contarse en la comunidad, logrando de esa forma la integración e inclusión social de las personas en situación de calle y que, de manera voluntaria, decidieron cambiar su vida.
Las funcionarias explicaron que quienes deciden ingresar deben de cumplir una serie de requisitos para su estancia, entre estos se encuentran el atender los llamados de los responsables de cada una de las áreas, tener un buen comportamiento, ser respetuosos, participar en las diferentes actividades de terapias y convivencia entre las autoridades y sus propios compañeros.
En Casa Galilea se reciben tanto hombres como mujeres en situación de calle, quienes cuentan con sus respectivos dormitorios y baños, además de sala de lectura, taller de costura, herrería, una parcela, crianza de gallinas, área de comedor, y de desintoxicación, además de ayuda psicológica, fomento al deporte, jornadas de atención médica y aseo personal.
Buenas expectativas
La titular del DIF Hermosillo, Isela Montes de Oca manifestó que el brindar el apoyo a las personas en situación de calle es de suma importancia para el alcalde Antonio Astiazarán y su esposa Patricia Ruibal, quienes desde el principio de la administración han apoyado las diversas tareas de formación humana que ahí se ofrecen.
Aclaró que el fenómeno social de personas en situación de calle no debe ser de exclusión, sino todo lo contrario, a fin de que estas personas que, si bien es cierto reciben el apoyo económico de la comunidad para seguir subsistiendo en la calle, también requieren de otros servicios de atención.
“Aquí reciben todo el apoyo que requieran para salir adelante, aprender un oficio o bien buscar a su familia que no han visto en mucho tiempo; poder retornar a sus hogares, que pueden ser estados del centro y sur del país o bien del extranjero”, expresó.
Precisó que el número de personas que se atienden en Casa Galilea es muy variable, pero por lo regular son en promedio 32, de las cuales unas 18 cuentan ya con un empleo formal, pero que antes de estar aquí muchos de ellos vienen con problemas emocionales, psicológicos, adicciones, enfermedades y violencia, por lo que buscan apoyarlos en su proceso.
“Muchos de ellos no lo hacen (acudir a Casa Galilea) porque reciben remuneraciones económicas, logrando recolectar hasta 700 pesos diarios, pero eso sólo es para su mantenimiento y no una ayuda integral”, estableció.
Montes de Oca Tapia agregó que, para seguir con la labor de ayuda establecieron un programa denominado “Hay Otras Maneras de Ayudar”, donde mediante donaciones directas de la comunidad a 13 empresas e instituciones de asistencia son utilizadas para apoyar a la integración de personas en situación de calle, donde se les da la oportunidad de laborar o tener la estancia con ellos.
Recordó que muchos de ellos salen con trabajo de herrería, así como en hoteles, maquiladoras, guardias de seguridad y en la construcción, con lo cual se empieza a generar una mejor calidad de vida y dignidad ante la sociedad.
En Hermosillo se estima que hay un promedio de 650 a 700 en personas en situación de calle, sin embargo, es una tarea que se está llevando a cabo por parte de instituciones a fin de lograr a futuro que esa cifra se reduzca lo más posible.
Por su parte, Claudia Villa, directora de Casa Galilea, dijo que de las 32 personas que están bajo estancia actualmente son tres mujeres, quienes tienen sus espacios divididos, pero tienen una buena relación de amistad para la convivencia social que requieren.
Mencionó que buscan en todo momento el apoyo de la comunidad y empresas o también alguien que pueda hacer donaciones de aparatos de aire acondicionado y colchones, además de alimentos.
Cuentan su cambio de vida
Tras platicar con algunos de ellos, quienes contaron su historia de vida, indicaron que están en un buen lugar que les ha ayudado a cambiar su vida y que a futuro buscan integrarse a la sociedad con un buen trabajo y totalmente cambiados de actitud.
El caso especial de Carlos Poom, él comenta que busca la ayuda de la comunidad para lograr el trámite de una visa de trabajo, tras terminar su estancia en Casa Galilea y así poder salir adelante.
“Aquí hemos recuperado los valores y sobre todo la autoestima personal, para lograr de esa forma salir adelante gracias a la ayuda de Casa Galilea”, externó.
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En tanto que Luis Alonso Peralta Medina reconoció que tuvo problemas familiares luego de que una de sus hijas se suicidó, y que eso lo hizo caer en una depresión y consumo de drogas.
“Ahora que me ayudaron aquí en Casa Galilea espero salir adelante en todos mis proyectos, sobre todo para reunirme próximamente con mi familia que después de haber caído en las adicciones la perdí y que hoy la situación es diferente gracias a la estancia que he tenido aquí”, enfatizó.
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