Las medidas estrictas que ha tomado la Secretaría de Salud es quedarse en casa para evitar la propagación del virus, sin embargo hay personas que tienen que salir a la calle para ganar lo del día y mantener a sus familias, tal es el caso de los conductores que brindan servicio de transporte privado.
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Ellos enfrentan desafíos, al correr peligro por compartir viajes con otras personas, ya sean turistas o locales, durante esta crisis sanitaria, pero para algunos de los choferes de aplicaciones móviles, es su única fuente de ingreso y es necesario hacerlo.
Tal es el caso de Emmanuel, quien lleva 3 años laborando como chofer de Uber, pero también trabaja en un gimnasio, el cual fue cerrado por ser parte de negocios no esenciales, de acuerdo con las medidas del Decreto de Emergencia Sanitaria.
“Esto va en decadencia poco a poco, desde el paro escolar y el cierre de bares, taquerías y restaurantes todo ha bajado, trabajo desde las 2:00 hasta 14:00 horas, ahora con el cierre de las maquilas y oficinas siento incertidumbre por no saber cómo vamos a trabajar, ahora”, mencionó el joven de 27 años.
El conductor compartió que la plataforma le aseguraba un monto suficiente para mantenerse, pero ahora ya no le garantiza un ingreso fijo., ya que en un día normal promedio ganaba alrededor de $1,000 diarios, pero ahora con el paro de labores y de centros nocturnos, solamente alcanza una cuota de $400.
Por lo pronto, Emmanuel continúa con los pocos viajes que logra tomar con pasajeros, pero para ello aplica algunas medidas de higiene, como la limpieza de los interiores del automóvil, así como de manijas, con aerosol desinfectante, gel antibacterial, y el uso guantes y cubrebocas para recibir a las personas.
“Esto nos afecta a todos en general, en lo personal me afecta desde el consumo de servicios hasta el pago de la mensualidad del carro y la renta de mi casa. Al ser trabajador independiente me veo con la necesidad de salir a buscar el pan de cada día”, señaló.
El joven labora entre 8 y 10 horas diarias, ahora con la disminución de trabajo de los 30 viajes promedio al día que tenía solamente tiene de 5 u 8 y esto lo ha llevado a considerar otras estrategias para solventar sus gastos.
“He pensado en dar un servicio particular a personas de la tercera edad que no pueden salir de casa y requieran ir a sus consultas y hacer viajes foráneos en caso de un paro en la central camionera ya que no pueden estar más de diez personas en un solo lugar”, concluyó.
Emmanuel ya realiza algunos de estos viajes de apoyo con su abuela y dos de sus amigas, pero espera que pronto otros adultos mayores también puedan contratar sus servicios.