Cuando se trata de música, la prueba del tiempo es una de las más difíciles de superar. Con nuevas bandas surgiendo y la evolución de los géneros que sucede día con día, sobreponerse al paso de las décadas es un logro que pocas bandas conocen.
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Sonora ha sido el lugar de nacimiento de algunas agrupaciones que a pesar de los años todavía suenan en los estéreos, reproductores y corazones de sus oyentes hasta el día de hoy, porque cuando se trata de reunir generaciones en la pista de baile nadie lo ha hecho como estos gigantes de la música sonorense.
La Orquesta de los Hermanos Othon
Fundada en 1924, en la localidad de Mátape, el sonido de la Orquesta de los Hermanos Othon, la familia que ha dirigido esta agrupación hasta el día de hoy, es a la vez universal e inconfundiblemente sonorense.
Como muchas bandas de los años treinta en Sonora, las influencias del norte de la frontera se hacen notar, aunque adaptadas a un estilo regional con el uso de trombones, trompetas, saxofones y clarinetes. Por aquel entonces estos eran los sonidos predilectos sin importar si se trataba de un baile, una fiesta del pueblo, un casino o un simple bar.
Escucha estos temas: El baile del diablo, La primavera, Los palillos chinos
Los Apson
Si hay una banda que puso en el mapa el rock & roll sonorense se trata de los Apson, que llevan su ciudad natal de Agua Prieta, Sonora, en el nombre.
Fundada en 1961, sus covers de música extranjera convertidos con letras propias y un estilo musical inconfundible entre los grupos de rock de la época le valieron convertirse en una de las bandas más importantes del género, y también una de las más importantes de la década. El Saxofón de “Lichi” García y Gilberto Maldonado fue la marca de identidad de la banda que continúa activa hasta la actualidad.
Recuerda sus mejores años con: Fue en un café, Cuando era un jovencito, Fuiste a Acapulco, Upudu, Popeye
La Brissa
Desde 1975 los bailes en el estado vieron la llegada de una agrupación que se convertiría en sinónimo de estos grandes eventos, La Brissa se conformó ese año en Estación Corral, un pequeño ejido del municipio de Cajeme de donde saldrían para presentarse en todo México y Estados Unidos.
Las cumbias norteñas de la Brissa son para muchos inseparables de los recuerdos de aquellos bailes multitudinarios en los pueblos alrededor del estado, donde personas acudían de lejos buscando levantar la tierra con los pies en cada oportunidad posible. Fue a partir de ellos que se ganaron el nombre de "Su Majestad" en el género.
Para muchos la música de esta banda tiene un gran factor nostálgico, mientras que otros continúan escuchándola como si fuera la primera vez, una cumbia acompaña hoy en día igual que hace cuarenta años.
Baila como se hacía entonces con: Cumbia y Guarare, Viva Tepupa, La Gallinita
Yndio
Una polémica inclusión en esta lista, muchos ubican la fundación de esta banda en la Ciudad de México, otros en la ciudad de Hermosillo, Sonora, por Ernesto "Neto" Pablos, del desaparecido grupo de rock “Los Pulpos'' y René Sotelo, de La Libre Expresión.
Entre sí grupo Yndio es de acá o de allá, la banda es recibida en el estado como una leyenda local, apoyado sin duda por su inclusión del tema “Sonora querida” en su repertorio. El sonido de Yndio abarca desde las baladas románticas americanas, que le valieron su rápido ascenso a la fama, hasta el estilo grupero y sus producciones originales que le mantienen vigente hasta el día de hoy.
Recuerdalos con: Dame un beso y dime adios, Herida de amor, Sin tu amor
Orquesta del Chino Medina
Establecida en 1981 y dirigida por el entonces ya célebre Maestro Rodolfo “Chino” Medina, esta agrupación rescataba el sonido clásico de las “big band” y el swing de principios del siglo pasado que suenan atemporales cuando se les vuelve a escuchar.
A pesar del fallecimiento de su director y fundador, la orquesta continúa siendo uno de los sonidos más representativos del estado ante el mundo, con la historia de sus pueblos y su gran variedad de influencias que puede distinguirse entre las tonadas amenas que caracterizan el repertorio dejado por la orquesta.
El fallecimiento de Rodolfo Medina a causa del Covid-19 fue una de las pérdidas más importantes que ha tenido la música sonorense en los últimos años, aunque permanece presente en forma de sus canciones que seguirán sonando en cada baile del recuerdo.
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