El cine es uno de los lugares favoritos de las personas a la hora de buscar entretenimiento, habiendo actualmente grandes empresas que ofrecen vastas carteleras con una experiencia de calidad.

Sin embargo, no siempre fue así, en el caso de Hermosillo existieron muchas de estas salas durante la primera mitad del siglo pasado, que trazaron el camino para lo que hoy es la industria cinematográfica.

Martín Huva, de la página Tras la historia de Hermosillo, señaló que el "Salón Pathé" es considerado uno de los primeros cines en Hermosillo. Fue a principios de 1900 cuando comenzaron a proyectar películas mudas, ubicándose en lo que actualmente son las calles Doctor Paliza y Rosales.

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Más tarde surgió el Cine Noriega, que anteriormente fue teatro. En tal establecimiento empezaron a transmitir en los años 30 las primeras películas habladas.

Posteriormente, en los 40 surgieron el Nacional y el Lírico, que eran considerados cines hermanos, al ser separados únicamente por una puerta. Este establecimiento se encontraba enfrente del Jardín Juárez, en el Centro de Hermosillo.

“En ellos ya se empezaban a transmitir películas, se pudiera decir que a color, aunque no eran colores muy fieles, y sus instalaciones tampoco eran muy cómodas que digamos. Eran cines al aire libre, en el sentido de que no tenían techo y sus bancas eran simples tablones en aquellos entonces”, relató.

Al ver la respuesta positiva de los hermosillenses, los cines comenzaron a proliferar, el Cine Reforma, que se encontraba por las calles Matamoros y Zacatecas, fue otro de los que marcaron historia en la capital.

El propietario de este cine era el señor Jim Davlantes, quien estrenó el recinto con la cinta El guante verde, del director Rudolph Maté. Al ser un establecimiento al aire libre, las personas que vivían en los alrededores se las ingeniaban para ver las proyecciones gratis.

En 1947 se abre el Cine Sonora, mismo que marcó la pauta para la llegada de la modernidad a la ciudad ya que además de contar con el equipo más moderno en lo que se refiere a proyección, ofrecía a los espectadores la novedad del aire acondicionado.

“Un cine que vino a revolucionar a Hermosillo fue el moderno Cine Sonora, porque todos los cines eran muy humildes, sin embargo cuando abrió el Cine Sonora, toda la gente de ese entonces se quedó asombrada porque era muy moderno”, señaló.

Antes también había comenzado a operar el Cine Seri, que como su nombre lo indica, éste se ubicaba en el pueblo de Villa de Seris. Este lugar propiedad de Manuel Guevara tuvo mucho éxito y mucha gente aún lo recuerda con cariño.

Asimismo, en la colonia 5 de Mayo se encontraba el Cine Arena, que era una pequeña plaza de toros, que funcionó como cine al aire libre en los años 40 y 50, ubicada en calle Iturbide entre Veracruz y Tamaulipas.

“Había un cine en la colonia Olivares, que se llamaba Cine Esmeralda, ese se abrió hasta el 64, también de mucho éxito. El dueño era Manuel Cabrera y su última ubicación fue por la Mendoza y Caturegli”, apuntó.

Ya en una época más moderna, apareció el Cinema 70, que tenía un diseño de auditorio, con una pantalla enorme, aire acondicionado, así como 2 mil butacas, mismo que fue competencia directa del Cine Sonora.

El primer filme que se proyectó en este cine fue Hello Dolly, película musical de origen estadounidense del año 1969, basada en la obra de Broadway, protagonizada por Barbra Streisand, acompañada de Walter Matthau, Michael Crawford, Tommy Tune, Fritz Feld, y Louis Armstrong.

En esa época también inició operaciones el Cinema Gemelos, que se convertiría posteriormente en Cinépolis, en Luis Encinas casi con calle Reforma.

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“Eran empresarios locales, fueron los que araron el camino para lo que hoy es el cine, los cines que ahora nos encontramos en estos malls que les llamamos, en los centros comerciales grandes, ahora sí nada que ver aquellos con estos, en temas de modernidad”, finalizó.

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