De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) al año se enferman alrededor de 600 millones de personas y en casi uno de cada 10 casos la razón es por ingerir alimentos contaminados, lo cual resulta alarmante, ya que 420 mil personas mueren al año por la misma causa.
Gran parte de esas enfermedades se deben a un mal manejo de los alimentos, ya sea durante su proceso de fabricación, distribución o, inclusive, de preparación.
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De acuerdo al organismo, una buena parte de las enfermedades transmitidas por los alimentos se debe a que éstos no han sido preparados o manipulados de forma correcta en el hogar, establecimientos de comida o mercados.
La doctora Lorena Noriega, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) en Sonora, quién se especializa en inocuidad alimentaria, mencionó que esta área se refiere a la garantía de que lo que se come no hará daño al organismo, por lo que se debe buscar siempre que los alimentos estén en buenas condiciones antes de ingerirlos.
Mencionó que en los últimos años se ha visto un cambio importante en los hábitos alimenticios de la sociedad, principalmente de aquellos que radican en las grandes ciudades, donde el estilo de vida influye en dejar atrás el consumo de ciertos productos.
“El problema ahorita es que, por cambios de hábitos, sobre todo en ciudades, donde la vida es más rápida y se tiene menos tiempo, las personas comen más en la calle y se va viendo que estos patrones se multiplican y se le presta menos atención al cuidado del alimento”, señaló.
En otros casos, expresó que se prepara el alimento desde muy temprano para consumirlo por la tarde, por lo que en ocasiones no se recalienta de forma adecuada o no se conserva como se debería y sumado a los climas que se presentan en Sonora, puede provocar el desarrollo de bacterias que afectan la salud.
Y es que la OMS confirmó que los alimentos insalubres presentan amenazas para la salud en una escala mundial y, además, ponen en peligro la vida de todos, tanto de lactantes, niños pequeños, mujeres embarazadas, personas mayores y personas con enfermedades subyacentes.
Aprovechar las bondades del desierto
Por otra parte, el chef Juan Ángel, reconocido influencer gastronómico originario de San Pedro de la Cueva, externó que Sonora se caracteriza por tener muchas recetas preparadas a partir de ingredientes deshidratados.
“Por vivir en el desierto, los sonorenses empezaron a deshidratar los productos como métodos de conservación y para muestra está la carne machaca, la cual es muy diferente en Sonora a otros estados, ya que tiene menos humedad”, expuso.
A esta lista se integran también el chile colorado, de sarta, un deshidratado utilizado para caldos, sopas y demás, así como el maíz.
De igual forma, recordó que las conservas son un proceso que evita que un alimento se deteriore, ya sea mediante el enlatado o embotellado, una técnica muy utilizada en los pueblos de la Sierra.
En el caso de las carnes, dijo, es importante que estas nunca entren a temperatura ambiente, menos con el calor que suele presentarse en la entidad, principalmente durante el verano, donde se llegan a alcanzar hasta los 50 grados centígrados.
“La carne en general no debe entrar a temperatura ambiente, debe de mantenerse siempre fría, por eso hay que tener mucho cuidado cuando se comen mariscos”, compartió.
Malos hábitos incrementan el riesgo
La doctora Noriega explicó que tener un mal manejo de los alimentos es uno de los factores que aumenta el riesgo de contraer una enfermedad, esto ligado al mal hábito que se ha generado.
“Cada vez estamos consumiendo más fuera de casa y no es que sea malo, sino que simple y sencillamente uno ya no conoce cuál es el posible riesgo dependiendo del lugar”, agregó.
En este sentido, invita a la comunidad a tomar en cuenta ciertos aspectos antes de elegir un establecimiento, específicamente en cuanto a las condiciones de higiene que se manejan en el lugar.
La OMS indicó que cada año se pierde un total de 110 mil millones de dólares en productividad y gastos médicos por causa de alimentos insalubres, esto principalmente en países bajos y de mediano desarrollo.
De igual forma, la investigadora comparte que no se debe tener duda de lo que se cocina en el restaurante y que de preferencia se consuma un alimento cocinado en el momento a la vista del cliente, así como tomar en cuenta la temporada del año.
“Todos los alimentos tienen sus riesgos, los vegetales, por ejemplo, si no se lavan bien conservan parásitos o pueden tener algún tipo de bacterias, ya que la mayoría se consumen crudos. El cómo se prepara el alimento es muy importante para que garantice la inocuidad”, destacó.
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Las recomendaciones por parte de la doctora se enfocan en evitar utilizar un cuchillo con el que se manipuló carnes para luego cortar alguna fruta o verdura, lo cual se resume en la higiene del manejo de los alimentos, y otra es la buena cocción.
Por último, el Chef Juan Ángel comparte un dicho que para él tiene un enorme significado sobre la cocina sonorense y es que se refiere a que “Es la cocina que le da la vuelta al Sol”, ya que el Sol hizo que se descubrieran una gran cantidad de platillos.
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