Con hilos de algodón, acrílico y estambre, Lizbeth García fabrica muñecos animados tejidos con un gancho de manera creativa. Hace personajes de todo tipo, desde superhéroes, animales, luchadores hasta muñecos especiales para bebés.
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Hace años comenzó a tejer gorros sencillos para su hija mayor, cada vez que terminaba uno lo compartía en sus redes sociales, medio por el cual sus amigas comenzaron a conocer su trabajo y hacían pedidos especiales para sus hijos.
“Me empezaron a decir ‘¡qué bonito!, ¿podrías hacer uno para mi hija?’, al principio sólo eran gorritos, pero poco a poco la gente me fue pidiendo diferentes cosas; recuerdo que una persona una vez me pidió un pulpito, la verdad no sabía, pero si he llegado hasta aquí es porque no sé decir que no, me gustan retarme a mí misma”, compartió.
Fue entonces cuando hizo por primera vez un Amigurumi, un peluche tejido, que causó un gran impacto y gusto por sus clientes por lo que comenzaron a pedirle personajes animados de series, películas y caricaturas.
Lizbeth es mamá, ama de casa y esposa, su día comienza en punto de las 6:00 horas para hacer las actividades de su hogar, asimismo dedica sus tiempos libres a hacer lo que le gusta: tejer.
El tiempo que le lleva hacer una pieza puede variar entre ocho o nueve horas, dependiendo del tamaño y estilo del personaje.
A pesar de conocer, trabajar y replicar la técnica diariamente, la empresaria considera que le ha costado más trabajo fabricar algunos personajes, debido a que no son reconocidos, llevan más colores o detalles y esto le toma más tiempo hacerlos, sin embargo, no baja la guardia y continúa ofreciendo sus productos.
“Los personajes que son muy conocidos, esos siento que son los más difíciles porque la gente ya sabe cómo son y se nota cuando es un intento fallido, ahorita te puedo mencionar así facilito mi trauma número uno es Mickey Mouse, también sufrí con el monstruo de la Hormona, es un personaje de una serie de Netflix Big Mouth y el último que me viene a la mente es Tláloc, ya que no encontraba ninguna referencia tejida, debe de haber más pero no los tengo presentes en este momento”, dijo.
Lo que más disfruta de tejer es la paz, relajación y alegría al momento de hacer cada pieza, asimismo cuando concluye con ésta y puede hacer una comparación con la fotografía de donde tomó la referencia.
“Mi hija menor dice que hago magia y así lo siento a veces, la verdad esto empezó como un hobbie, nunca pensé que a la gente le gustaría tanto mi trabajo, lo que me mantiene aquí son mis clientes, que siempre le echan flores a mi trabajo y me recomiendan, no me canso de agradecerles”, expresó.
Ante la contingencia, Lizbeth siguió trabajando durante un mes sin preocupación, tiempo después se percató que el material se estaba escaseando y buscó otras alternativas en línea para comprar el material.
“La verdad no siento que haya disminuido, puedo decir que en esta contingencia mi trabajo aumentó, no sé si haya sido porque la gente no podía salir a buscar regalitos o cosas así, pero todo lo que hice fue tomando las medidas necesarias para cuidar de mi familia y mis clientes”, dijo.
Para la empresaria es indispensable cumplir con las medidas de seguridad emitidas por las autoridades de Salud para que pronto puedan regresar a las actividades normales.
Asimismo, considera que utilizará medidas de higiene como uso de gel antibacterial, cubrebocas al momento de hacer las entregas y desinfectante.
“Cuídense mucho, más ahora que se van a empezar a reactivar actividades, si tienen la oportunidad de trabajar desde casa (como es mi caso), ¡qué padre!, y si tienen que salir, siempre con los cuidados y medidas de higiene impuestas por las autoridades”, concluyó.