Atendiendo la petición a los ciudadanos de no salir a las calles, a menos que sea una actividad esencial o necesaria, las familias desde en su casa han realizado o creado diferentes tipo de actividades como entretenimiento.
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Tal es el caso del joven Diego Octavio Mendoza Rodríguez, quien, con su mamá Teresa Rodríguez Avilés hace distintas actividades en casa, como hornear galletas de avena.
Diego tiene 13 años de edad y cursa sexto de primaria, fue diagnosticado con diparesia espástica desde hace algunos años, eso es crecimiento de los huesos, pero no en los músculos, por lo que necesitó durante mucho tiempo terapias físicas y hoy es independiente.
“Hace un año salió del CRIT, ahorita va a la escuela y en las tardes a beisbol, con el Club Gigante, es para que esté ocupado por las tardes. Cuando salió del CRIT ya no fue a terapias por eso buscamos que hiciera deporte; también hubo un tiempo que fue a futbol y en la escuela le dan capoeira”, contó.
Diego es un adolescente muy ocupado, pues él y su mamá han hecho diversas cosas para sustituir algunas actividades que realizaban fuera del hogar.
“Por lo tanto aquí lo tengo en la casa haciendo galletas de avena, repasa sus letras y números, todo lo que tiene que ver con la escuela; también hace sus estiramientos, limpia la casa; lo tengo que entretener con algo”, expresó.
Desde tempranas horas la señora Teresa y Diego están activos para realizar alguna actividad, como por ejemplo lavar y acomodar ropa, limpiar las puertas de la casa, pero también ver televisión juntos.
“Cuando salió del CRIT sí me asusté, quería saber qué iba hacer después porque todo el tiempo estuvo ahí; entonces antes de salir me dijeron de un equipo de beisbol que son para niños especiales y desde entonces ha estado en ese equipo, pero ahorita suspendieron todo evento”, comentó Teresa.
A Diego también le encanta asistir a carreras de atletismo, pues uno de sus sueños es correr sin la silla de rueda o carriola, por lo que al llegar a la meta de cada competencia opta por caminar hasta llegar a ella.
“Lo han invitado a correr a la asociación Corre Conmigo, pero lo hace en silla de rueda o carriola, lo llevaba todos los domingos. Eso le gusta mucho, las carreras. Una vez me dijo que ya no quería correr con carriola, por eso antes de llegar a la meta se para y camina. Sí puede caminar, es muy independiente y todo se hace, pero sí con dificultad”, dijo.
Como un joven agradecido, lindo y cariñoso describió su mamá a Diego, ya que al desayunar, comer y cenar siempre le da gracias por la comida, incluso también le pide a Dios que todos los niños tengan algo que comer.
“Yo creo que pocos niños agradecen lo que se están comiendo, a mí me dice, mamá qué buena te salió la sopa, me pregunta si hice con amor la comida y dice, Diosito muchas gracias, dale de comer a todos los niños, aunque sean frijolitos. Es muy lindo, aunque también tiene sus desplantes”, agregó.
Diego y su mamá son un gran ejemplo de unión y amor, pues desde que él nació la señora Teresa lo ha apoyado en cada momento de su vida.
