El embarazo es una etapa en la que además de ver cambios en el cuerpo, también se tienen una serie de cambios en el apetito, sobre todo el antojo de alimentos y particularmente de alimentos dulces, que según los expertos traen consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
Se ha dado a conocer que el consumo de azúcar en abundancia genera “acantosis nigricans” en embarazadas, que se traduce en manchas negras en el cuello y en diferentes partes del cuerpo, como resultado de una resistencia a la insulina.
Las instancias de salud han emitido recomendaciones, dirigidas especialmente a mujeres en estado de gestación, de disminuir el consumo de azúcares o que no sea consumida en la alimentación diaria.
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Las consecuencias pudieran ser graves son marcas que pudieran no desaparecer de la piel.
Entre las prácticas o consejos que se recomienda implementar está moderar el consumo de harinas, evitar bebidas gasificadas o jugos procesados, eliminar alimentos industrializados y azúcares.
En los diferentes centros de salud, dentro de la atención médica que reciben mes a mes las mujeres embarazadas, debe ir acompañado también de orientación nutricional y diversas recomendaciones de salud.
Además de prever el desarrollo de este síntoma, también están el seguimiento de un peso saludable para la madre y el bebé, así como la prevención de otros padecimientos más graves.
La Secretaria de Salud de Sonora recomendó a las mujeres que están embarazadas o quienes planean hacerlo, acudir a su unidad de salud para recibir la atención prenatal adecuada.
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De esta manera también se podría tener el tratamiento oportuno a este padecimiento, que no sólo se manifestará en el embarazo, sino incluso después de dar a luz.
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