La familia Monge Ruiz no volvió a ser la misma tras la llegada del Covid-19, ya que perdieron a una pieza importante en su familia, el señor Luis Monge, padre de tres hermosas niñas, Sofía de 16 años, Valeria de 14 y la pequeña de seis años así como esposo de Nereyda Ruiz.
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La madre de familia relató para El Sol de Hermosillo, que Luis Monge era administrador de una flotilla de taxis, en el inicio de la contingencia sanitaria, la baja en el trabajo exigió a Luis todavía redoblar esfuerzos para brindarle al personal un dinero seguro, lo que, a decir de Nereyda Ruiz, fue un factor de contagio para el padre de familia.
No obstante, durante la primera oleada de contagios por Covid-19, ante la falta de información aunado a la saturación en los hospitales, complicó el panorama para que Luis pudiera salir bien librado del virus.
“Luis presentó el 7 de junio el primer síntoma y yo el siguiente día, en el trabajo se enfermó él, él trabajaba de administrador en una central de taxis, entonces ellos andaban buscando trabajo por todos lados porque estaba muy muerto, estaban llevando a personal de hospital”, explicó.
Agregó que él no tenía precisamente contacto con la gente, pero cuando empezaron a enviar paquetes a través del sistema de taxis, fue también una manera de poder recibir el virus.
A decir de Nereyda, Luis no parecía tener ningún síntoma relacionado a Covid, ya que previo a la pandemia, dos años antes, el padre de familia habría salido, milagrosamente, de una craneotomía por un tumor, lo que habría dejado a él una tos crónica por una parálisis en las cuerdas bucales.
“Yo me acuerdo que lo regañé porque se salió a trabajar afuera y me decía que tenía que pagar a las personas, era muy responsable, me decía que no se sentía mal, pero ese fue el primer día que sentí que su tos era diferente, pero él no se enfermaba de nada”, señaló.
A partir de ese día Luis no pudo dormir debido al malestar que presentó a causa del Covid-19, lo que orilló a Nereyda a internarse, sin embargo, la esposa desesperadamente buscó un hospital que pudiera recibir a su marido, donde finalmente recibió un espacio en el Himes.
Desafortunadamente el tiempo fue en contra de todo pronóstico y apoyo que Nereyda Ruiz pudo encontrarle a Luis, quien falleció el 24 de junio de 2020.
A partir de ahí, el tiempo se detuvo para las integrantes de la familia Ruiz Monge, quienes entraron a un lapso de duelo y depresión del cual luchan para salir exitosamente.
Y es que no es nada fácil poder sobrellevar una pérdida de este tipo, ya que Luis Monge fue un esposo cariñoso quien amó a Nereyda desde que estuvieron de novios y hasta los últimos días como cabeza de la familia.
Por otro lado, la ausencia durante este año y medio llevó a Nereyda no sólo a redoblar esfuerzos para sacar adelante a la familia en lo económico, sino también en lo anímico, ya que sus tres hijas al igual que ella acudieron a atención psicológica para poder dejar ir a Luis.
“Ha sido bien duro, yo que las he visto, tienen depresión, se encerraron, Luis era un papá muy presente, con Andrea, él podía estar muy ocupado pero si yo tenía que atender mi trabajo, él se venía de donde estuviera para estar con las niñas, jugaba a las muñecas con Andrea”, señaló.
Además, narró que fue muy difícil para las pequeñas ya que aparte de la depresión, una de sus hijas, Valeria, habría sufrido de parosmia, una secuela de Covid-19, que distorsiona el sentido del olfato y del gusto, lo que hizo que la menor dejara de comer.
En el caso de su hija menor, Andrea, fue también complicado ya que la pequeña decía que necesitaba otro papá, además de que en su escuela tanto maestros como compañeros se preocupaban por actividades como la del Día del Padre.
“A la semana me estaba diciendo que tenía que conseguirme otro papá, porque se había quedado sin papá y que ella necesitaba otro papá, yo le decía que ella tenía papá y me decía que él ya estaba en el cielo y que ella lo necesitaba aquí, su padrino Lupillo es quien ha hecho su figura paterna”, dijo.
Tiempo después, Andrea le comentó a Nereyda que su hija entendió que todos cumplen un ciclo de vida y que Luis Monge había ya completado el círculo en el que todos nos desarrollamos.
Sin embargo, para Sofía, la pérdida de su papá ha sido un proceso de adaptación que le ha costado mucho.
“Fue difícil hasta la fecha me sigo adaptando a su ausencia, pero cada día me acostumbro un poco más aunque a veces que pienso en el tiempo que ha pasado o cosas que hacía con él y ahora tengo que hacer de otra forma es lo más difícil”, comentó.
Señaló que Luis era un padre muy cariñoso, siempre les demostraba el gran amor que tenía hacia ellas y, pese el trabajo exhaustivo, siempre hacía un espacio para sus amores.
“Y ahora que no está es cuando más reconozco todo eso, antes no notaba por qué o lo que significaba para mí todo eso, lo mucho que importaba para mí era que él me dijera todos los días me amaba”, expresó la adolescente.
Por otro lado, para Valeria Monge Ruiz, de 14 años, la pérdida de su padre queda presente en su memoria, cuando les notificaron que su papá se iba a internar al hospital, sin saber que sería el último día que lo verían y tendrían un contacto con él.
“Nos despedimos y en ningún momento pensamos que sería la última vez que veríamos a mi papá, le dijimos que nos miraríamos cuando regresara, recuerdo que una amiga de la familia trabajaba ahí en la limpieza y le podíamos mandar audios, le decía que lo esperábamos aquí que todo iba a estar bien, que él se iba a recuperar”, platicó con tristeza.
Para ella, su papá era el papá ideal, “el papá que siento que todas las hijas querían, uno como él”, señaló y dijo que él siempre les reiteraba lo orgulloso que estaba de sus tres hijas, sin importar lo que hicieran.
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“Si me había sacado un ocho, un siete, un diez él siempre decía que estaba muy orgulloso, que sabía que me había esforzado y que había dado lo mejor de mi, que la calificación no me definía”, expresó la adolescente.
Sin duda para las Monge Ruiz, pese a que el tiempo ha pasado, cerrar esta herida ha sido difícil, pero cada día luchan por salir adelante, tal y como Luis Monge hubiera querido.