El Covid-19 y los retos que ha provocado en la educación generó un incremento en la curva de aprendizaje, ya que se estima que de seis meses pasó a un año el tiempo en que un egresado se adapta a la industria local.
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El ingeniero Sergio Tadeo Leyva Fimbres, docente adscrito al Departamento de Metalmecánica del Tecnológico Nacional de México Campus Hermosillo (ITH) y miembro de la Red Hermosillo ¿Cómo Vamos?, declaró que la pandemia representó un desafío en la educación superior para lograr que los profesionistas desarrollen habilidades competitivas.
Tras la contingencia sanitaria y los modelos de estudio, expuso que se calcula que los jóvenes han perdido dos años de su preparación académica e índices de competitividad, en conocimientos globales, trabajos colaborativos y resolución de problemas complejos.
“Una curva de aprendizaje en la industria anda en promedio en 6 meses, ya que el recién egresado se adapte a un empleo, es decir que son 6 meses para prepararlo y ya puede trabajar como debe de ser en una planta, porque hay que darle un entrenamiento como debe de ser, lo he platicado con gente de la industria y ellos calculan ahora un año para eso”, expresó.
De no avanzar en la aplicación de un sistema educativo o la impartición adecuada de conocimientos, las futuras generaciones de egresados no cumplirán con las habilidades necesarias, siendo un punto negativo al momento de ingresar al mercado laboral.
Un estudio desarrollado por instituciones de educación superior (IES), Hermosillo ¿Cómo Vamos? (HCV), y el sector industrial de la localidad identificaron las competencias más valoradas por el mercado laboral de la capital sonorense.
Los resultados preliminares arrojaron que existe la necesidad de que los estudiantes desarrollen el pensamiento analítico, iniciativa, liderazgo, escucha activa, comprensión de lectura y comunicación efectiva por escrito.
Ante estos datos, Leyva Fimbres señaló que es en estos tiempos de aislamiento social donde se deben cambiar las estrategias dinámicas de las instituciones educativas, sobre todo las de nivel superior, para brindar estos conocimientos y habilidades.
“No podemos seguir dando clases como lo hacemos en forma presencial, nuestro sistema educativo mexicano es una edad avanzada y en muchos en casos el docente no evolucionó, siguió trabajando con herramientas tradicionales”, expresó.
Entre los principales retos que se han enfrentado está la falta de clases en laboratorios para que los estudiantes apliquen sus conocimientos teóricos, la necesidad de capacitación constante en herramientas actuales para brindar clases en línea, así como la evaluación que garantice que los alumnos están llevando a cabo sus exámenes de forma correcta.
Dejan las matemáticas
Aunado a esto, detalló que se ha reducido el número de profesionistas en materias relacionadas a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas conocidas como STEM (por sus siglas en inglés).
A nivel mundial se estima que se requieren alrededor de 900 mil ingenieros en sistemas computacionales, pero los jóvenes, sobre todo las mujeres, deciden inclinarse por otras carreras.
En lo que respecta a Sonora y Hermosillo, Sergio Tadeo Leyva Fimbres, mencionó que en ocasiones no se ha podido cumplir con las demandas de profesionistas en las carreras de sistemas computacionales, ingeniería en mecánica, ingeniería electrónica e ingeniería eléctrica.
“En ITH hay un indicador interesante, hay semestres donde no cubrimos la demanda de estudiantes en el área de residencia profesional que solicitan las empresas, es decir, las conocidas prácticas profesionales, la cursan hasta el final, ha habido semestres donde no se ha podido cubrir la demanda que existe en el mercado local”, detalló.
El especialista resaltó que tanto México como Sonora requieren a profesionistas en esas áreas, porque son las personas que desarrollan la tecnología y la innovación, lo cual podría resultar en afectación si no se cuenta con estos egresados.