Ante la falta de apoyos para lograr los precios de garantía para el trigo, los productores de Sonora sufren un desplome de 38% en sus ingresos por la comercialización del grano dorado en el ciclo 2022-2023.
Los trigueros organizados insisten en mantener firmes sus demandas de que el gobierno federal aplique la Ley de Desarrollo Rural Sustentable que prevé asistencia en circunstancias extraordinarias.
Asimismo, prevén una reducción en el área de siembra de trigo para el próximo ciclo agrícola 2023-2024 y no descartan volver a las calles en señal de protesta, aunque hasta ahora la medida no ha dado resultados.
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Datos duros
De acuerdo a datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Acuacultura (Sagarhpa) de Sonora, en el ciclo 2022-23 se sembraron 268 mil 042 hectáreas de trigo, de las cuales se cosecharon 266 mil 307 hectáreas, es decir se quedaron sin cosechar poco más de mil 700 hectáreas.
En total se tuvo una producción de un millón 978 mil 604 toneladas, que representan un valor de 10 mil 530 millones 983 mil pesos en el mercado. En este ciclo, el rendimiento por hectárea fue de 7.43 toneladas, superior a las 7.02 toneladas por hectárea del ciclo anterior; pero el precio por tonelada fue de 5 mil 322 pesos, muy inferior al precio de 8 mil 518 pesos por tonelada del ciclo previo.
La superficie sembrada fue menor, pero fue mayor el rendimiento por hectárea; sin embargo, el bajo precio significó un impacto de 38% abajo de los 17 mil 15 millones 220 mil pesos con que cerró la comercialización en 2022.
Gobierno de oídos sordos
Álvaro Bours Cabrera, presidente de la Asociación de Organismos Agrícolas del Sur de Sonora (Aoass), reconoció que con el movimiento de productores que protestaron por varias semanas en varias partes del país “no se logró absolutamente nada. Este gobierno tiene los oídos sordos”, sentenció.
El líder de los agricultores anunció que seguirán con la gestión para este ciclo y el que viene para lograr el apoyo que se necesita.
Dijo que están esperando lluvias para poder sembrar el siguiente ciclo y adelantó que seguirán sembrando el mismo cultivo: “Claro que seguiremos sembrando trigo, los que quedemos. El trigo, maíz y sorgo no pueden dejar de sembrar para el País, aunque habrá menos de los tres, sin duda”, advirtió.
En relación a cuántos productores de trigo podrán seguir en la lucha, dijo que todo depende del financiamiento, aunque con la desaparición de la Financiera Rural y la banca privada siendo cautelosa, el panorama luce bastante sombrío.
En Sonora hay alrededor de 7 mil 500 productores que siembran trigo y no hay un estimado de cuántos lograrán sobrevivir a la actual crisis de bajos precios, comentó Bours Cabrera.
Este ciclo se produjo 1.5 millones de toneladas de trigo cristalino y 500 mil toneladas de trigo panificable, para un total aproximado de dos millones de toneladas, pero de seguro para el siguiente ciclo habrá una reducción de la superficie dedicada a este cultivo, reveló el presidente de la Aoass.
Van por la vía legal
Mario Alberto Pablos Domínguez, presidente de la ARIC Tres Valles, destacó que “de nada sirve protestar con autoridades tan cínicas, que no atienden a los sectores productivos. Esta autoridad deja hacer y no actúa”.
“Lo que hicimos es darle la formalidad legal al problema de contingencia de mercado, mediante la reunión distrital del día 22 de mayo y recientemente en la reunión del Consejo Estatal para el Desarrollo Rural Sustentable del Estado de Sonora, donde se hizo el planteamiento del problema y la solicitud de apoyo para los productores”, explicó.
Pablos Domínguez indicó que esta instancia es la indicada para que la autoridad intervenga. En la solicitud —dijo— se pidió que en un plazo de quince días se dé respuesta y solución.
Los principales puntos de la propuesta de solución planteada por los productores incluyen aspectos como que la Sader intervenga para cumplir la Ley de Desarrollo Rural Sustentable y demás relativos al marco legal agrario vigente en la República Mexicana.
Piden también que el secretario Víctor Villalobos Arámbula convoque a la Comisión Intersecretarial para el Desarrollo Rural Sustentable y se aporten los recursos necesarios de parte de las secretarías de Estado integrantes para resolver la problemática.
La demanda fundamental sigue siendo instrumentar la política de precios de garantía y/o estímulos y/o apoyos extraordinarios que le den rentabilidad y un ingreso a los productores de Sonora y de México con precios de garantía de 7 mil pesos por tonelada para el maíz y de 8 mil pesos para el trigo.
Además, demandan que se implemente un presupuesto federal, a través, de una bolsa agropecuaria suficiente para el próximo ciclo agrícola otoño invierno 2023-2024.
Los productores solicitan que se implemente el esquema de comercialización adecuado para la venta de las cosechas nacionales, supervisado y llevado por la Secretaría de Agricultura federal Sader y que vuelva el modelo de Agricultura por Contrato.
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Dicho esquema, demandan, debe incluir herramientas que permitan a los productores la administración de riesgo, permitiendo una mayor certidumbre, creando relaciones de confianza a largo plazo entre productores y compradores, estableciendo precios de garantía para granos básicos, acompañados de un presupuesto necesario para la compra de coberturas y posibles incentivos aplicables cuando los precios de mercado estén por debajo de los precios de garantía establecidos.
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