Campesinos del ejido El Bajío, ubicado en Caborca, denunciaron que la empresa Fresnillo se niega a retirarse de la mina que les pertenece, pese a contar con una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a su favor.
Andrés Tovar, representante de los ejidatarios, indicó que los trabajadores y residentes de esta zona han recibido numerosas amenazas por parte de trabajadores de la compañía, quienes se encuentran armados.
“Los señores (empresarios) se han amparado 77 veces, todos los han perdido, sin embargo siguen con una gran cantidad de personas que se hacen llamar de ‘Protección Federal’, quienes amedrentan a la gente”, expuso.
De acuerdo con el testimonio del ejidatario Carmen Cruz, la mina Soledad-Dipolos, cuya operación fue suspendida por los problemas que les causaron a los grupos ejidales, continúa ilícitamente en operaciones saqueando los recursos naturales del sitio.
La situación es desesperante, pues se han presentado asesinatos y desapariciones entre los pobladores del ejido, no bien 60 elementos de la llamada policía de Protección Federal llegaron a El Bajío, apuntó.
Tovar hizo un llamado a que las operaciones de la mina Soledad-Diplos cesen por completo, la compañía Fresnillo se retire y que acabe el acoso contra los ejidatarios que se oponen a la invasión a sus tierras, las cuales abarcan 21 mil hectáreas.