Este jueves en el tercer festival internacional de periodismo y nuevas narrativas, Contarnos MX, se llevó a cabo la Mesa de diálogo, nombrado El duelo y el porvenir: el viaje de Madres Buscadoras de Sonora.
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Al encontrarse reunida la líder y fundadora del colectivo, Patricia Flores, la antropóloga y ensayista, Natalia Mendoza y la periodista Astrid Arellano, se compartieron perspectivas y situaciones que se viven en Sonora a consecuencia de la práctica de desapariciones forzadas.
“En Sonora buscamos a más de 4 mil personas desaparecidas hasta la fecha y, bueno para nosotros, nosotros los periodistas, cubrir las dinámicas de la desaparición, la memoria y la resistencia de las familias tampoco es una tarea sencilla”, expresó Astrid Arellano.
De este modo, la líder de Madres Buscadoras de Sonora señaló que su lucha e iniciativa del colectivo comenzó cuando su hijo desapareció el 4 de mayo de 2019 en Bahía de Kino, al no contar con el apoyo de las autoridades.
“Yo me doy cuenta de que tengo que ser yo la que tiene que salir a buscar a mi hijo, con pico, pala y mano; entonces yo empiezo a hacer esta búsqueda inmediatamente, yo estoy con una cubeta en un monte esperando a que amanezca para adentrarme y buscar a mis hijos desaparecidos”, recordó Patricia Flores.
Por otra parte, aclaró que hasta la fecha han localizado 444 cuerpos sin vida y 425 personas con vida, entregadas a sus familias en distintas partes del país con recursos propios del colectivo; sin embargo, aún no ha logrado obtener paz para ella y su familia.
“No he podido encontrar a mi hijo que es por lo que estoy aquí de pie, lo que me da fuerza para seguir con la esperanza de encontrarlo de volverlo a traer a casa cada día que paso sin él, es como estar muerta en vida”, lamentó.
Asimismo, la antropóloga Natalia Mendoza señaló que al comenzar a investigar sobre el tráfico de drogas y el cambio de las relaciones sociales en Altar, Sonora, indicó que sólo había dos casos de personas desparecidas.
“A partir del 2010, como en el resto de México, suceden una serie de cambios que no puedo resumir aquí, pero digamos que se militariza el combate al tráfico de drogas como las organizaciones criminales mismas, empiezan a surgir sicarios, milicias armadas y se empieza a ver que la desaparición forzada se convierte en práctica común, una práctica que el gobierno le enseñó a los grupos criminales”, explicó.
Al mostrarse los puntos de vista por cada uno de los participantes, Patricia Flores indicó que es necesario que las autoridades hagan su trabajo, ya que cuando eso pase ya no habrá necesidad del colectivo de exponer sus vidas en campos y zonas de peligro.
También se hizo hincapié en la importancia de no re victimizar a las personas desaparecidas, ya que, como se señala por Natalia Mendoza, la culpabilidad e inocencia de los desaparecidos deben dejar de pensarse entre los buenos y malos por la sociedad, ya que las desapariciones forzadas pueden ocurrirle a cualquier persona.