Vivir en lo alto o las faldas de los cerros de Hermosillo, no es muy diferente a hacerlo en otras colonias, ya que también cuentan con los servicios básicos, y los problemas de inseguridad son los mismos que a diario se presentan en lugares planos.
Si bien es cierto, se podría pensar que es difícil vivir entre rocas y todo tipo de especies rastreras, pero para quienes tienen muchos años de residentes en colonias como el Cerro de la Campana, Las Pilas, La Matanza, La Hacienda de la Flor, Coloso Alto, Mariachi, Cañada de los Negros, Cinco de Mayo, San Luis y la Rinconada de la Cruz, es lo es algo similar que el estar situados en otra colonia.
Pero no sólo hay familias populares habitando cerros, pues hay zonas zonas exclusivas para vivir diseñadas en lo más alto de la ciudad como lo son la colonia Pitic, Loma Linda, La Jolla y otros complejos más recientes y de acceso controlado.
Algunos vecinos que llevan más de 60 años radicando en el Cerro de la Campana, indicaron que de antemano sus ancestros ahí vivieron, por lo que decidieron continuar habitando en la misma zona de Hermosillo.
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Tal es el caso de la señora Nereida Galindo Parra, quien platicó, en entrevista con El Sol de Hermosillo, que sus abuelos, padres, hermanos e hijas, han vivido en el Cerro de la Campana, a donde parte de la comunidad también conoce como la colonia Centro debido a la cercanía que se tiene con el primer cuadro de la ciudad y que eso hace que de alguna forma se tenga la facilidad de trasladarse.
“Pues vivir en el cerro tiene sus pros y contras, como es la cercanía de casi todas las cosas del Centro, así como las oficinas de Gobierno para un trámite, pero también se tiene la presencia de animales rastreros, como son ratones, arañas y demás, sin embargo, manteniendo limpia y cerrada la casa eso se evita, fuera de ahí se vive muy a gusto aquí”, expresó.
En ese sentido, aclaró que no están exentos de los actos de vandalismo, ya que en su caso que es propietaria de una tienda, le han robado cerca unas tres veces, situación que ha denunciado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto.
En materia de riesgos por el desprendimiento de una roca, recordó que hace muchos años por el lado de Las Pilas una piedra aplastó una casa, donde se dice que un infante perdió la vida y sus abuelos resultaron lesionados, además de que en otra ocasión un vehículo por ir a una alta velocidad se cayó al tratar de subir el Cerro de la Campana, fuera de ahí no recuerda otro incidente por una cuestión de ese tipo.
“Yo una vez me fui del cerro por cuestiones personales, sin embargo, después de unos años regresé y aquí me quedé para continuar con la tienda de mis padres”, comentó.
Por su parte, Vianney, vecina del mismo cerro, mencionó que es necesario que las autoridades pongan de alguna forma más atención a estas colonias, ya que sufren al igual que otras partes de la presencia policial y por ende hay terror por vándalos que hacen de las suyas en los parques.
“Yo vivo muy a gusto con mis hijos aquí en el cerro ya que me queda cerca el Centro, sin embargo, es necesario que las autoridades realicen mayores acciones de prevención”, indicó.
Mientras que el señor Santiago, quien vive a un lado de la pila ubicada en lo alto del Cerro de la Campana, comentó que tiene más de 20 años en dicho sector de Hermosillo, sin mayores problemas, solo pide más que nada atención de las autoridades ya que también padecen en ocasiones del corte de agua o luz.
Otras colonias en ubicadas en las alturas de la ciudad, son la Cañada de los Negros y la San Luis, aquí sus residentes de muchos años coinciden en vivir a gusto, incluso que familias nuevas están construyendo para vivir en ese sector de la ciudad.
Protocolos de prevención en la zona
Para evitar algún incidente, la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) trabaja de manera conjunta con el municipio, construyendo un Atlas de Riesgo para detectar zonas de mayor atención en cerros y laderas habitadas.
Juan González Alvarado, titular de la CEPC, indicó que es fundamental la participación de los ayuntamientos a fin de que el próximo año se pueda modificar el Atlas de Riesgo.
El funcionario estatal explicó que, en el caso de colonias en cerros, y laderas hay una especial atención, ya que los protocolos marcan los riesgos por erosión, deslaves y desprendimientos de rocas, donde tienen que estar más atentos a esas áreas de riesgos.
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“Nosotros ya sabemos y monitoreamos las zonas de alto riesgo con el apoyo de las Fuerzas Armadas, a fin de estar preparados en materia de prevención en caso de que se llegue a presentar una situación anormal”, aseguró.
Por su parte, el jefe de Bomberos de Hermosillo, Juan Francisco Matty Ortega, expresó, que pese a vivir rodeados de maleza, la incidencia de reportes por incendios en cerros es relativamente baja.
Mencionó que los cerros de alguna forma ayudan a evitar propagaciones de incendios, pues en los terrenos planos es más común las propagaciones del fuego entre viviendas contiguas.
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