Convertirse en madre era uno de los anhelos más grandes de Elvia, sin embargo, la vida fue postergando su maternidad, hasta que, en 2012, a los 54 años se convirtió en mamá y, particularmente, en la mamá más longeva de Hermosillo.
“Ella nace de una ilusión muy grande de querer ser mamá. A pesar de mi edad, nunca perdí la fe de tener un hijo y se lo pedí a mi Dios con todo mi corazón; le pedí que me concediera el ser mamá, y sí, me cumplió ese sueño tan bonito, esa ilusión que yo siempre tuve, mi Dios me la concedió”.
A casi una década de haber cumplido su sueño, Elvia Hermosillo Serrano se siente dichosa por tener entre sus brazos a su pequeña, a quien nombró Bella Esperanza, y que en agosto de este 2022 cumplirá sus primeros 10 años.
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Mencionó que, desde que decidió comenzar con su tratamiento para ser madre, en 2011, estuvo consciente que ser madre sería una responsabilidad muy grande, pero estaba dispuesta a poner todo su empeño para lograr que su hija tuviera una vida plena.
“Desde que yo pensé en embarazarme, tener un hijo, sabía que era una responsabilidad muy grande; que de hecho todos los padres debemos ser responsables de construir en ellos. Debemos convertirnos como arquitectos para construir buenos ciudadanos y ese es mi reto, que mi hija sea un ejemplo para la sociedad”.
La edad no es un obstáculo
Elvia explicó para El Sol de Hermosillo que nunca se ha considerado diferente de otras mamás de menor edad, pues se siente una mujer fuerte y plena, sin miedos y con muchas ganas de ver crecer a su pequeña y verla alcanzar sus propias metas.
Recordó que cuando decidió iniciar su tratamiento nunca reparó en su edad, pues su único objetivo y anhelo era convertirse en madre. Esos mismos pensamientos positivos, aunado a su buena salud, dijo, son los que la ayudaron a encontrarse con su maternidad.
“Es algo muy bonito porque yo ni siquiera pensé en mi edad, yo sólo dije que quería tener un hijo. Por ello jamás sentí miedo; ni cuando decidí atenderme, nunca sentí miedo; ni cuando ya recibí la noticia, a pesar de que jamás tuve reposo porque a la par de mi embarazo se enfermó mi papá de cáncer, tenía 100 años, y yo lo lidié todo mi embarazo”.
Por su parte, la pequeña Bella mencionó que, de grande le gustaría ser veterinaria, y que también espera llegar a ser presidenta de la República, por lo cual se esfuerza constantemente en sus estudios.
Como toda niña de su edad, le encanta jugar, brincar, correr y hacer patinaje; en este deporte es donde se distrae y libera su energía, dijo, a la par que mantiene una buena relación con su mamá.
“Pues, nuestra relación es muy bonita, la verdad, nos apoyamos mucho entre las dos porque yo la quiero mucho a ella y ella me quiere mucho a mí”.
Seguir cultivando la maternidad
Elvia Hermosillo apuntó que ahora su principal sueño y anhelo es ver a su hija crecer y convertirse en toda una profesionista y una persona de bien para la sociedad, por lo que se mantiene atenta en su educación y en brindarle todo el amor y todas las herramientas posibles para que la pequeña Bella Esperanza pueda también cumplir sus sueños.
“Yo deseo y le pido a Dios verla crecer, ayudarle en todo, en lo académico; deseo que ella sea una profesionista y que pueda cumplir sus sueños. Deseo verla crecer, le pido a Dios que me dé vida y salud para verla casada y para conocer a mis nietos… pienso que lo vamos a lograr”.
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Para quienes aún no son madres, pero tienen la ilusión de serlo, mencionó que no pierdan la fe en que pueden lograrlo, y que trabajen desde el ámbito físico, pero también emocional y espiritual para poder alcanzar su sueño.
“Yo les diría a todas las mujeres que quieren ser mamás, que no lo duden y que no tengan miedo, que acudan a atenderse. Si tienen esa ilusión tan grande de tener un hijo, que acudan a atenderse, pero que trabajen también en ellas mismas, en lo espiritual. Mi consejo es que construyan en ellas mismas la fe. Y no tener miedo porque Dios tiene sus tiempos, miren mi ejemplo, a los 54 años la tuve, ahorita recién cumplí 64, mi niña va a cumplir 10 y me siento una mujer muy fuerte y plena”.
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