Antoine Milhet pensó que pasaría su primera Navidad en México solo. Se encontraba lejos de su familia, sin el calor de su hogar, en un país completamente extraño para él, así que estaba resignado a tener una velada para él solo. Sin embargo, la hospitalidad de los hermosillenses lo sorprendió en plena Nochebuena.
“En Hermosillo me gustó mucho que mis vecinos me invitasen a su fiesta, eso me hizo darme cuenta de que su celebración es diferente, yo no conocía eso y hasta me detenía, porque no quería meterme en una celebración familiar”, contó en entrevista a El Sol de Hermosillo.
Detalló que la cena de Navidad en México es una fiesta con mucha comida, música, baile y bebida, además de que, durante el transcurso de la velada llegan muchas personas a saludar, vecinos, primos y amigos, a diferencia de Francia, ya que la noche del 24 o el 25 a medio día, depende de la organización que tenga cada quien, es más de estar exclusivamente en familia.
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“En mi país la Navidad es solo con familia cercana, padres, hermanos y abuelos, pero es muy raro que vengan personas que no son de ese círculo a visitar, cada quien está con su familia”, comentó.
El originario de Saint-Malo, Francia recordó que no pudo ocultar la sorpresa al darse cuenta de que en nuestro país se celebran tantas posadas, la posada del trabajo, la de la escuela, la de la familia, y la de los vecinos.
Detalló que en su país no hay tantas fiestas, por ejemplo, en su lugar de trabajo, sólo se hace un aperitivo con motivo de celebración, por lo demás, sólo se celebra la noche del 24, por lo que no hay otro tipo de reuniones.
Indicó que, a diferencia de la celebración que se lleva a cabo en México, en su país sólo se hace una cena, no hay fiesta; a veces se puede poner música, pero es una música de un volumen moderado, más como música de fondo, la reunión es más tranquila, se puede permanecer sentados en la mesa por horas y solo comer, ya sea una entrada, abrir una botella de champaña para un brindis, comer un platillo, intercambiar regalos, el plato fuerte y al final el postre.
“La primera vez que mi esposa, quien es mexicana, hizo Navidad con mi familia en mi país, se aburrió un poco, ya que es algo más tranquilo y pasamos muchas horas en la mesa”, recordó.
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Respecto a la decoración, dijo que en su país también colocan árboles en las casas, sólo que estos son más pequeños, sin embargo, mencionó que no son tan extravagantes como los de México, ya que no utilizan tanta decoración, solo luces, esferas, guirnaldas y una estrella, dejando de lado los listones, las brillantinas, e incluso el nacimiento, ya que es muy raro que las personas decoren con algún motivo religioso.
Con los regalos y Santa Claus no hay mucha diferencia, ya que, igual que en México, los niños son la prioridad a la hora de los regalos, para después dar obsequios al resto de la familia.
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