El joven Andrés se esfuerza por las tardes para salir adelante

Con tan solo 19 años, el joven estudia, practica deporte, mantiene una relación con su novia y trabaja desde las 17:30 horas hasta la media noche

Gustavo Moreno / El Sol de Hermosillo

  · jueves 10 de octubre de 2024

La temporada de calor no es tan mala si se tiene a la mano un delicioso y refrescante raspado de Charlotte / Foto: Mike Acosta | El Sol de Hermosillo

A pesar del sacrificio que implica su trabajo, el joven Andrés Israel Altamirano Díaz lleva más de dos años dedicándose a atender a los clientes durante la tarde-noche de un conocido puesto de raspados en la Plaza Zaragoza, en el corazón de Hermosillo.

Con tan solo 19 años, el joven estudia, practica deporte, mantiene una relación con su novia y trabaja desde las 17:30 horas hasta la media noche, con una rutina de trabajo que apenas le deja tiempo para tomarse un respiro.

“Para la mayoría de las personas podría verse fácil o sencillo, pero es un trabajo que exige tiempo y esfuerzo… Uno tiene que estudiar, sus responsabilidades en casa, tengo novia, hago deporte, todo eso se junta y llega a un punto donde tienes que sacar todo y se puede llegar a descuidar una cosa por cumplir con otra, pero es algo que aprendes a lidiar con el tiempo”, comentó.

Andrés Israel Altamirano Díaz lleva más de dos años a atender a los clientes de un puesto de raspados / Foto: Gustavo Moreno / El Sol de Hermosillo

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A esto agregó que en su trabajo es fundamental el trato con las personas y socializar con todo tipo de personalidades, lo que le ha brindado la oportunidad de aprender y desarrollarse psicológicamente.

Sin embargo, a pesar de reconocer los beneficios de su trabajo, también admite que en su jornada laboral cotidiana se presenta el desgaste físico y mental, aunado a que muchas veces los clientes no llevan la mejor disposición, aunque no permite que eso le afecte.

“Se acaba la jornada laboral a las 12:00, aquí tenemos que juntar todo, tenemos que barrer, limpiar, levantar las cosas de la carreta y de arriba para abajo, terminamos como a las 12:30 y nos dejan a todos en casa; llego como a la 1:00 a la casa casi todos los días, y sí, llego cansado, me tiro a la cama, dejo todo, me meto a bañar, si tengo algún asunto pendiente, tarea o si hay algo de comida, pico algo, me termino durmiendo como a las 2:30 de la mañana y me debo despertar a las 5:30 o 6:00 de la mañana para ir a la escuela”, relató.

Charlotte es originaria de Álamos, Sonora, y desde hace 10 años vende raspados / Foto: Mike Acosta | El Sol de Hermosillo

Además, Altamirano Díaz dedica dos horas del día, tres veces a la semana, a realizar deporte; por lo que a las 15:30 horas termina cansado de los entramientos de voleibol y tras aprovechar una hora del día para descansar o hacer tarea, se dirige a su trabajo, consiente de que solamente llegará a la meta con esfuerzo y dedicación.

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En ese sentido, aprovechó para enviar un mensaje emotivo para todas y todos los jóvenes con sueños y aspiraciones.

“Que le echen ganas a la vida, a lo que quieran lograr, a lo que estén dispuestos a conseguir porque cada día el mundo se vuelve más complicado, hay muchas necesidades y uno no trabaja por gusto sino por necesidad, hay gente que llega para hacer mal y otras el bien, y uno también tiene sus problemas personales, pero debemos estar bien y cumplir con nuestras obligaciones y responsabilidades”, puntualizó.

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