Ignacio Lagarda Lagarda
Cronista Municipal de Hermosillo
A las diez con cincuenta minutos de la mañana del 22 de marzo de 1974, desde el teléfono de su oficina, John Malcolm Patterson, vicecónsul encargado de asuntos comerciales del consulado de los Estados Unidos de América en Hermosillo, concertó una cita para las once horas con otro de los empleados del consulado con el propósito de revisar unos informes.
Diez minutos después canceló la cita argumentando la urgencia de salir al Comité de Defensa de la Ganadería a una cita con el Sr. Benjamín Villaescusa para tratar asuntos relacionados con la crisis del sector provocada por la sequía.
Abordó el carro oficial del consulado, una camioneta marca International tipo guayín de color marfil con placas VTD-007 y salió rumbo a su cita.
Como todos los días, el consulado cerró sus puertas a las 12:30 siguiendo la costumbre norteamericana del lunch al mediodía, y al regreso de los empleados a las 14:00 horas, Dolores “Lolita” Villaseñor, una empleada del departamento de visas, encontró bajo la puerta del consulado un sobre color manila mismo que entregó al cónsul Edward E. Yelton, quien encontró en su interior una nota escrita en inglés, aparentemente por Patterson, diciendo que había sido secuestrado y detallaba las condiciones pedidas por sus captores para su liberación.
A las 23:12 horas de esa misma noche la embajada de USA en México envió al Departamento de Estado en Washington (Al Secretario de Estado Henry Henry Kissinger) el cable titulado KIDNAPING OF JOHN PATTERSON–HERMOSILLO, con el siguiente mensaje:
“Aproximadamente a las 16:05 horas del 22 de marzo de 1974, Elmer Yelton cónsul general en Hermosillo llamó a Víctor H. Dikeos de la embajada en México y le informó que el vicecónsul John Patterson había sido secuestrado.
Le indicó que Patterson tenía una cita a las 11:00 am con oficiales mexicanos a la que nunca llegó.”
“La oficina del consulado general se cierra para el almuerzo y a las 14:00 horas un empleado que regresó a la reapertura de la oficina encontró un sobre dirigido a Mr. Yelton, quien nos leyó el siguiente mensaje por teléfono:”
“He sido tomado como rehén por The People’s Liberation Army Of Mexico (Ejército de Liberación del Pueblo de México). Las condiciones para mi liberación se dice que son los siguientes: Bajo ninguna circunstancia en ningún caso deberá emitir un comunicado de prensa sobre mi secuestro antes o después de mi liberación. Dicen esto porque no quieren que otros intenten realizar acciones similares.
El pago que se requiere para mi liberación es de 500.000 dólares que deben ser entregados en dos pagos. El primer pago debe ser de $ 250,000 y entregarse en Nogales, México. El pago debe ser hecho por mi esposa con la seguridad de que no se le hará ningún daño a ella y que se le permitirá hablar conmigo en ese momento. El segundo pago deberá ser hecho en la ciudad de México de $ 250,000.
Mi esposa deberá ir al hotel Fray Marcos1 (El más grande de Nogales) a la media noche de mañana. El pago debe ser hecho a las 8:00 am del domingo. Ella será contactada allí.
Para el segundo pago ella debe volar a la ciudad de México y hospedarse en el hotel Holiday Inn del aeropuerto, donde será contactada para hacer el segundo pago (el domingo por la noche). Yo le haré saber una vez recibido el “segundo pago”.
“Bajo ninguna circunstancia habrá algún tipo de negociaciones o modificación de nuestra demanda, además, las autoridades mexicanas no deberán ser enteradas de esta acción. Si somos traicionados o cualquier miembro del Ejército de Liberación del Pueblo de México es arrestado o detenido estamos preparados para ejecutar a un oficial de EE.UU., cada semana o un miembro de su familia. Hasta que algunas personas detenidas son puestas en libertad y se les permita salir ilesos de México.” Fin de la cita
“Este mensaje fue leído por el embajador al centro de operaciones a las 16:30 horas después de una breve reunión del comité de acción de emergencia.
La embajada solamente espera de respuesta del departamento antes de notificar a los funcionarios del gobierno de México. (Confidencial).”
A las tres de la mañana del sábado 23 la camioneta en la que Patterson y su acompañante salió del consulado fue encontrada abandonada en la gasolinera El Faro localizada en la salida norte de la ciudad. Según los testigos ambos llegaron a la gasolinera y Patterson fue subido a un pick up con camper y otra que fue subido en otro vehiculó regresado a la ciudad y desaparecido definitivamente.
A partir del secuestro del vicecónsul, un fuerte rumor sobre mismo se empezó a esparcir entre los medios de comunicación. Los reporteros de los medios locales acudían al consulado a entrevistar Robert Milton, vocero del consulado, para solicitarle la versión oficial y éste negaba permanentemente la existencia de un secuestro. Lo mismo hacían las autoridades políticas y judiciales estatales y la embajada en México, que enviaba permanentemente informes al Departamento de Estado, y el Secretario de Gobernación Mario Moya Palencia se puso en permanente estado en comunicación con el embajador. Todas las autoridades suponían que el secuestro lo había realizado uno de los muchos grupos guerrilleros que desde 1991 operaban en el país. Ese mismo día, cincuenta agentes de la Dirección Federal de Seguridad, bajo el mando del subdirector Miguel Nassar Haro llegaron a Hermosillo para investigar el secuestro del vicecónsul.
El viernes 29 de marzo, John L. Dennis, director de la oficina del servicio de información de Estados Unidos en Guadalajara, reconoció la existencia del secuestro del vicecónsul y declaró que su gobierno tiene por norma no aceptar trato de ninguna especie con guerrilleros o secuestradores. También dijo que no encontró ninguna similitud del secuestro de Patterson con el del cónsul en Guadalajara Terrence Leonhardy, ocurrido el año anterior en aquella ciudad, pero dijo “no podemos descartar la posibilidad de que el vicecónsul haya sido víctima de guerrilleros”. Señaló también que el hombre que acompañaba a Patterson al salir del consulado no es empleado del consulado.
Sin embargo, las autoridades sonorenses relacionaron el secuestro con el del don Hermenegildo Sáenz Cano en San Bernardo, Álamos en el mes de enero pasado por la Liga Comunista 23 de Septiembre y desataron una feroz cacería contra aquellos que consideraron guerrilleros y fueron detenidos arbitrariamente José Delgado Ramos, Rubén Luna Márquez, Emilio Espinoza López, Rosario Cázares López, quienes fueron enviados a Guadalajara Jalisco.
También fueron detenidos Luis Humberto Quintana Ariza, Miguel Suarez Garcia, Manuela Flores González, Leonardo Reichel Urroz y Baltazar Enrique Caballero Ariza, quienes después de ser interrogados brutalmente y no podérseles comprobar su participación en el secuestro de Patterson, fueron liberados.
El martes 28 de mayo, Bobby Joe Keeseede de 40 años, fue detenido por el FBI en su casa de Huntington Beach, una ciudad del condado de Orange en el estado estadounidense de California, y acusado de enviar una nota del rescate al consulado en Hermosillo.
El agente especial del FBI Paul J. Mohor, comisionado en Phoenix, Arizona, informó que Keeseede envió una nota a la esposa de Patterson el día 30 de abril a Hermosillo, que el FBI le siguió la pista al envío y lo descubrió, pero se comprobó que nada tuvo que ver con el secuestro sino que envió la nota a mutuo propio viendo cómo le sacaba dinero a la señora. De todas maneras un juez le fijó una fianza de 500,000 dólares.
La oficina del fiscal de EE.UU. informó que una investigación realizada en coordinación con las autoridades mexicanas, demostró que Keesee en realidad no secuestró a Patterson, peor hizo viajes a México a poner al diplomático bajo vigilancia, explorado "propiedades y lugares" involucrados en el crimen, y elaboró una nota de rescate escrita a mano solicitando $ 500,000 dólares que entregó al consulado después de que Patterson desapareció.
Keesee también fue acusado de llamar por teléfono a la esposa de Patterson haciéndole demandas de rescate, y establecer una cita para recoger el dinero.
Keesee fue encarcelado en el cárcel del Condado de Orange en Santa Ana, California desde que fue detenido.
El lunes 8 de julio, Reyes Carvajal Herrera, un trabajador agrícola de la costa de Hermosillo que buscaba pitahayas, reportó a la policía que en el predio “La Coyota” a 14 kilómetros al norte de la ciudad y cuatro al poniente de la carretera internacional encontró unos restos óseos a la orilla de un arroyuelo. El esqueleto fue encontrado 127 días de que Patterson había desaparecido.
El esqueleto estaba semienterrado al ser descubierto por la corriente del agua de las lluvias que cayeron unos días antes.
La cabeza estaba desprendida del cuerpo y todos los huesos estaban completos, salvo algunos de los dedos de las manos.
El cráneo presentaba dos fracturas grandes una en la frente, la más grande y de mayor envergadura y otra en la base del cráneo, ambas mortales por necesidad.
El martes 9 de julio los investigadores encontraron los lentes y pluma de vicecónsul. Los lentes de la marca frame italy brev rioc, estaban rotos del aro izquierdo y el del lado derecho tenían manchas de sangre.
La pluma era de marca skilcraft y de las usadas por el consulado y tenía el letrero US Gobernament.
Junto al cuerpo se encontró una prueba irrefutable de su identidad: un anillo de oro con una piedra roja que asemeja un escudo bajo relieve , con las iniciales JLP que significan John L. Patterson y AML que significan Andrea M. Latour (Andrea Sigguerson de Patterson), nombre de su esposa y la fecha 2/13/73, fecha de su boda.
Los policías creen que fue muerto en el mes de abril.
El procurador de Justicia Lic. Miguel Ángel Cortez Ibarra aviso del hallazgo al consulado americano.
Lo médicos legistas determinaron que murió a consecuencia de dos fracturas en el cráneo una en la frente y otra en la base del cráneo que pudieron ser por arma de fuego o una contusión posiblemente con un machete o un tubo.
Los forenses y los investigadores concluyeron que seguramente fue muerto a principios de abril, luego de que el 30 de marzo su esposa hizo un llamado a los secuestradores pidiéndoles establecieran contacto con ella y dejaran a su esposo en libertad ya que en el primer contacto no había podido entregar el rescate. O bien en mayo cuando desde la ciudad de México la señora hizo el mismo llamado.
Lo más seguro es que fue a principios de abril ya que al hacerlo llevaba puesta su chaqueta de marinero por lo que se deduce que hacia frio cuando lo hicieron.
Una vez identificados plenamente, los restos del cuerpo de Patterson fueron recogidos por sus familiares Sue Patterson (hermana), Antonio Del Pozzo, su cuñado, Joan Del Pozzo, esposa de este último y llevados a la ciudad de México donde su viuda los recibió y viajo con ellos a Estados Unidos.
Los restos fueron recibidos primero en la base aérea Andrew en Washington DC, por personal del Departamento de Estado y después llevados a Filadelfia, Pensilvania, donde fueron sepultados.
Bobby Joe Keesee fue acusado por un gran jurado federal por supuestamente "ayudar, incitar, inducir y provocar” el secuestro de Vice Cónsul John S. Patterson en Hermosillo, México.
Greg Curtis Fielden fue condenado como co-conspirador.
Keesee fue condenado a 20 años de prisión por conspirar para secuestrar a un diplomático norteamericano.
Las autoridades mexicanas se quedaron con la idea de que el secuestro - asesinato fue llevado a cabo por secuestradores de Estados Unidos con fines exclusivamente de lucro lo cual nunca fue a dado a conocer a la opinión pública.
¿Si no fue Bobby Joe Keesee el ejecutor del secuestro, entonces quien fue?
De lo que sí estamos seguros es de que el pitahayero Reyes Carvajal Herrera, fue quien encontró el cadáver del vicecónsul.