Una dirigencia sin preferencias de tribus, fracciones o padrinos políticos es la que ofrece Gibrán Ramírez Reyes, quien es aspirante a la presidencia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
En su visita a Hermosillo, el licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM declaró que con ello se podrá tener una verdadera unión con los militantes y simpatizantes del partido, situación que a su ver sus contrincantes no lograrían.
“Ofrezco también una dirigencia que sigue el espíritu y estilo de López Obrador, que viva en el camino, que viva en cada lugar donde se tiene que tomar decisiones, en las ciudades, en los estados, en los pueblos y en las comunidades, algo que no han hecho los compañeros que han ostentado la dirigencia en los últimos años”, manifestó.
Marca en deterioro
El también secretario general de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) aseguró que Morena se ha ido deteriorando en los últimos dos años debido a las “guerras internas”, y que, de seguir así, Andrés Manuel López Obrador renunciaría a la militancia, lo que presagiaría la muerte del partido.
Para evitar tal escenario, mencionó que ha ofrecido un programa de rescate, en el cual incluye el observatorio de cargos electos, a fin de no permitir que todo aquel que no cumpla con sus responsabilidades repitan procesos o que salten a otros espacios.
También ofrece un departamento de encuestas para que las candidaturas se distribuyan no según a cuotas, sino a un método en el que quede el mejor posicionado, así como una Coordinación Nacional de Diálogo con movimientos sociales, comunidades indígenas, sindicatos y organizaciones vecinales para la obtención de aspirantes externos.
“El partido ha ido a la deriva, ha estado paralizado y ha estado en una guerra interna terrible, hemos perdido 15 puntos porcentuales en casi dos años, pero la mayoría se perdió en el último año y fue por esa guerra y si Morena se echa a perder dijo que él (López Obrador) iba a renunciar, si el Presidente renuncia Morena va a desaparecer”, externó.
Opta a la renovación
Asimismo, el presidente de la República ya no figurará en las boletas electorales de 2021, lo que pone al partido en una situación complicada que los obliga a organizarse internamente para que la marca revitalice sus ideas, programas, valores y estilo para no prolongar más la crisis de identidad.
Ramírez Reyes señaló que de salir victorioso en la contienda por la dirigencia nacional, lo primero que haría es proponer la renovación de las dirigencias estatales por medio de encuestas para entrar con legitimidad al proceso electoral que está en curso.
Agregó que Morena resultará victorioso en la mayoría de los cargos públicos esté quien esté al frente, sin embargo, de estar él en la dirigencia, se privilegiará que el triunfo sea con decencia, sin “chapulines”, disminuyendo al mínimo la cuota de “oportunistas” que abracen al partido.