En el poblado Miguel Alemán hay poco conocimiento y comprensión de los alcances del Covid-19, porque las necesidades son más grandes que el temor a cualquier enfermedad, pues la mayoría de las personas luchan a diario por un plato de comida.
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Guillermo Coronado, párroco asignado al templo de San Isidro Labrador desde hace tres años, explicó que hay gente mayor que han tenido que cerrar sus negocios, algunos movidos por el temor, pero en general hay incredulidad o necesidad.
"En cuanto a la situación económica es tan grande la necesidad de subsistir diariamente que tienen que trabajar, aunque sean testigos de algunos casos de contagiados que hayan visto o que sepan", apuntó.
El líder espiritual de gran parte de estas comunidades de jornaleros, consideró que hay un poco de temor por el Covid-19, pero está dentro de lo normal, por la razón de la falta de credibilidad porque es algo que no habían vivido antes.
"Pero hay una conclusión muy seria que conocemos de parte de algunas comunidades de jornaleros, si no nos morimos de la epidemia, nos morimos de hambre si dejamos de trabajar", indicó el padre", manifestó.
Detalló que es una gran necesidad entre los jornalero agrícolas y se han hecho estimaciones de que en Miguel Alemán hay aproximadamente 2 mil familias de algunas etnias mixes, provenientes algunos de Estados como Oaxaca y Chiapas, los cuáles no hablan español.
Puntualizó que hay lugares como un dispensario donde se les proporciona alimentos a cientos de niños diariamente, pero es sostenido por una familia y no por una ayuda de otra índole y eso ayuda a mitigar un poco el sufrimiento causado por el hambre.