Un total de 33 invasiones son las que actualmente están asentadas en la periferia de la ciudad de Hermosillo, principalmente en las zonas Norte, Sur y en los alrededores del Poblado Miguel Alemán.
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En ellas habitan personas de escasos recursos, que no tienen un trabajo estable que les permita adquirir una vivienda digna por medio de créditos como el Infonavit.
A lo largo de los años se han formado colonias que en un principio fueron invasiones, tales como Las Amapolas, Altares, Bella Vista, Hacienda de la Flor, Metalera, Apache, Café Combate, San Luis y entre otras.
Dichos asentamientos lograron tener un desarrollo urbano al grado de ser tomados en cuenta para una futura regularización por parte del Ayuntamiento; actualmente algunas de las 33 invasiones van por ese camino.
De acuerdo a Sindicatura municipal, barrios como Guayacán, Trinidad Sánchez Leyva y Tres Reinas se encuentran en la espera de ser regularizadas, es decir, ser adquiridas por el propio Ayuntamiento e introducir servicios básicos como energía eléctrica, agua potable y drenaje.
Sin embargo, pese al anuncio hecho por Fermín González Gaxiola, el proceso de regularización no ha tenido avances significativos, además que se puede ver interrumpido por un posible cambio administrativo luego de las elecciones del 6 de junio.
En un recorrido realizado por El Sol de Hermosillo, se observaron las condiciones en las que viven los habitantes de la invasión Tres Reinas, ubicada precisamente a un costado de la colonia Villas del Sur.
Se observó que predomina la presencia de casas hechas de cartón, madera, láminas de metal y entre otros materiales similares, sin embargo, también hay quienes poco a poco han estado construyendo su cuarto de material.
Cuenta con varias calles trazadas, con viviendas en ambos lados, tiendas de abarrotes, algunos negocios pequeños, una avenida principal llamada Eucalipto, misma que conecta el barrio con las colonias Villas del Sur y Los Olivos.
Félix Rivera, de 67 años de edad, contó que lleva siete años viviendo en el lugar junto con su esposa, detectando varias problemáticas que aún no han sido resueltas, tal es el caso de la dotación oportuna de agua potable.
“En primer lugar si me checa todos los tambos no tengo absolutamente ni una gota de agua, acabo de conseguir media cubetita porque no están echando agua, cada ocho días nos redujeron la capacidad que nos estaban dando, ahora nos están dando 2 mil litros cada 8 días y no nos alcanza”, externó.
Asimismo, comentó que los robos en las viviendas es un tema de todos los días, pero no es recurrente ver a las patrullas haciendo recorridos, excepto cuando se les llama para una emergencia.
“Pues siempre, no pegan solo en una calle, sino que pegan en diferentes, no es gente del mismo barrio, es gente que viene de fuera. Si yo dejo ese balde ahí, ese balde se lo pagan a ellos a cinco pesos, entonces brinca el malandro y se lo lleva. No hay patrullaje, solamente cuando les hablas y vienen hasta cuando ya no hay nada”, abundó.
Por su parte, Apolonio Guerrero, de 75 años de edad, dijo que otro servicio que hace falta es la frecuente recolección de basura, ya que hay ocasiones en las que no pasa la unidad, por lo que la gente la quema o la desecha en otras partes.
Además consideró que el tema de la regularización es muy importante, ya que necesitan la certidumbre de que se quedarán en su actual vivienda para seguir construyendo cuartos de material.
“Está pendiente, yo hace rato que no veo la junta, no sé qué pasó, supuestamente vinieron, que estaban midiendo las calles, que ya iban a empezar, pero no, quedó en promesa, no se ha vuelto a mover nada”, dijo.
Rufina Barón, de 29 años, dijo que lleva una década viviendo en Tres Reinas junto con su esposo e hijos y que en todo ese tiempo han batallado con el suministro de energía eléctrica.
Explicó que tienen que conectarse de un poste que se encuentra hasta Villas del Sur, lo cual es insuficiente para toda la demanda que existe en la invasión.
“Cuando empiezan los vientos y cuando hace calor se baja mucho el cableado que nos están ayudando, porque somos muchos los que estamos jalando luz en un solo cable, una solución sería que nos pusieran un poste cerca de perdida, nos facilitaría ya por ejemplo con un aire, un cúler pa'los niños, pa'la noche, pa'dormir ahora en el calor, pa'tener un refrigerador porque no tenemos nada de eso, no levanta nada”, externó.
Por último, mencionó que no recibieron gran apoyo cuando la pandemia por el Covid-19 restringió las actividades no esenciales, pese a que muchos vecinos, incluyendo su esposo no pudieron trabajar.